Voy a Ser Mamá: Un Quiebre en la Vida Profesional de la Mujer
La maternidad a menudo actúa como un motor de cambio, invitando a las mujeres a replantear su relación con el trabajo y el uso de su tiempo. Desde hace generaciones, las mujeres han estado presentes en el mercado laboral, compitiendo en igualdad de condiciones con los hombres. Aunque persiste una brecha que no se puede ignorar, cada vez más mujeres se educan, construyen carreras exitosas, ascienden a roles de liderazgo y crean sus propias empresas, mientras también asumen el rol de madres.
Para una mujer que ha invertido gran parte de su energía en su desarrollo profesional, enterarse de que va a ser madre puede ser un momento decisivo. Las prioridades cambian y un embarazo, especialmente el primero, invita a reflexionar sobre la vida, las rutinas y el trabajo.

La Maternidad y la Productividad
Una creencia común entre las mujeres es que la maternidad podría limitar su productividad y capacidades laborales. Muchas enfrentan dudas y temores: ¿Cómo funcionará mi negocio si no estoy presente? ¿Cómo estará mi equipo tras mi licencia? ¿Voy a seguir creciendo en mi carrera o me estancaré? ¿Cómo podré atender a mi hijo si trabajo ocho horas al día? Estas inquietudes surgen junto a las emociones intensas y los cambios físicos que trae el embarazo.
A lo largo de mis 25 años de experiencia trabajando con organizaciones y profesionales, he visto cómo la maternidad se convierte en un catalizador de transformación. En cada caso, convertirse en madre no ha disminuido la productividad de las mujeres, sino que les ha proporcionado una nueva perspectiva, impulsando transformaciones valiosas en sus vidas y carreras.
La Maternidad como Motor de Cambio
Un ejemplo común es el de la mujer empresaria o líder que descubre que será madre. Ha construido una carrera exitosa y, de repente, enfrenta nuevas responsabilidades: cuidar de la familia y adaptarse a las nuevas rutinas. Si planifica bien este proceso de transición, puede abordar sus inquietudes y manejar la situación con mayor seguridad. Esto incluye fortalecer a su equipo, delegar tareas y crear una red de apoyo que funcione incluso en su ausencia.
En algunos casos, la maternidad lleva a la mujer a un cambio radical. Al verse como madre, muchas se dan cuenta de que su trabajo actual no se alinea con el estilo de vida que desean. Después de años de esfuerzo, algunas deciden dejar sus empleos para emprender y así tener más libertad y flexibilidad para estar con sus hijos. La maternidad invita a repensar el vínculo con el trabajo y a evaluar a qué dedicamos nuestro tiempo.
En ambas situaciones, las mujeres deben mirarse a sí mismas y autoliderarse para alcanzar sus objetivos. Aprenden a delegar, a fortalecer su equipo de trabajo y a establecer nuevas metas. Esta transformación no solo beneficia a las madres, sino que también tiene un impacto positivo en sus relaciones, influyendo en parejas, hijos y compañeros de trabajo.
Es natural que surjan dudas y temores sobre cómo manejar la vida laboral siendo madre. Lo importante es que estos sentimientos no se conviertan en un obstáculo, sino que actúen como un motor para reevaluar nuestras prioridades. Con una buena planificación y acción, las mujeres pueden crear la vida que desean, incorporando habilidades y herramientas necesarias para afrontar estos cambios.
(*) Senior Coach Ontológico Profesional especialista en Liderazgo.