opción asequible por menos de $40.000
El tren de larga distancia en Argentina ofrece una opción muy interesante para quienes desean conocer más cerca las joyas del país. Con un recorrido de 32 horas, este servicio conecta Buenos Aires a San Miguel de Tucumán, atravesando cuatro provincias e incluyendo paradas en varias ciudades a lo largo del camino.
Viajar en tren suele ser una alternativa económica y cómoda. Por ejemplo, un pasaje en este trayecto cuesta alrededor de $40.000. Esta experiencia no solo te lleva a conocer diferentes paisajes, sino también a disfrutar de la calidez de las provincias argentinas.
Tren a Tucumán: costumbres y paradas
Este tren extenso recorre un total de 1150 kilómetros. El viaje comienza en la estación de Retiro y dura lo que parece una eternidad, pero la experiencia lo vale. Es una gran oportunidad para desconectarse y disfrutar del trayecto. La combinación de paisaje, conversación con otros pasajeros y la atención del personal a bordo hacen que cada minuto sea placentero.
Si decides hacer este viaje, verás que hay varias categorías a tu disposición. Desde la más básica, llamada Primera, donde el boleto tiene un precio de $38.000, hasta opciones más lujosas como el camarote para dos personas, que cuesta $131.200. Este último ofrece dos camas, luz nocturna y espacio suficiente para que te sientas como en casa durante el trayecto.
La salida del tren está programada para miércoles y domingos a las 21:10, y el regreso desde Tucumán es martes y viernes a las 21:30. Con este horario, tu escapada puede ser perfectamente planificada para disfrutar de unas pocas noches en la ciudad.
Paradas en el camino
Si prefieres no viajar todo el trayecto completo, hay un total de 15 paradas intermedias donde puedes descender. Algunos de estos lugares son Campana, San Pedro, Rosario Norte y Ceres, ideales para quienes desean hacer una mini escapada o explorar más en profundidad.
Este recorrido es sin duda una de las maneras más auténticas de conocer Argentina, no solo por los destinos que tocás, sino por la experiencia de viajar en un tren que, más allá de su recorrido, te permite disfrutar del trayecto en sí. El tren, con toda su historia y tradición, se convierte en parte de la aventura.