Malestar en Washington por la falta de Javier Milei
El presidente Javier Milei decidió cancelar su viaje a Estados Unidos, donde iba a asistir al sorteo para el Mundial de Fútbol 2026. Esta decisión, según fuentes diplomáticas en Washington, generó malestar en la Casa Blanca. La invitación contaba con la confirmación de figuras destacadas como Donald Trump y Gianni Infantino, el presidente de la FIFA.
Al parecer, Milei pasó por alto una oportunidad única de reunirse con Trump y otros líderes importantes. Esto ha llevado a comentarios sobre la falta de un “contacto más fluido” entre su gobierno y el estadounidense. “No se entiende que haya privilegiado un tema doméstico”, hicieron eco en algunos medios sobre su decisión.
Milei iba a compartir un palco exclusivo en el evento, siendo el único presidente extranjero presente, gracias a un patrocinio que costó 1,5 millones de dólares. El plan era que el mandatario argentino llegara a la Casa Blanca y asistiera al sorteo juntos con Trump.
Sin embargo, en la Casa Rosada surgieron preocupaciones. Se evaluó que no sería apropiado coincidir en el evento con Claudio “Chiqui” Tapia, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), quien enfrenta acusaciones de corrupción y ha sido criticado por Milei. “Si decimos que queremos una Argentina distinta, no sería sano ser partícipes de conductas impropias de la AFA”, argumentaron.
Por otro lado, algunos funcionarios se lamentaron de que Argentina solo estaría representada ante la FIFA por Lionel Messi y Lionel Scaloni, y no por el gobierno. Esta decisión también llevó a cancelar rápidamente una presentación que Milei iba a hacer ante miembros de la Cámara de Comercio de EE. UU. y durante una cena en la embajada argentina, a la que iba a asistir el secretario de Estado, Marco Rubio.
Desde la Casa Blanca, las críticas hacia la suspensión del viaje no se hicieron esperar. Algunos afirmaron que “pareciera que nadie asesora adecuadamente a Milei”. En el pasado, Santiago Caputo tenía una buena relación con Washington, pero ahora su influencia parece estar en declive. La expectativa recae en los nuevos jefes de Gabinete, Manuel Adorni, y el canciller Pablo Quirno, quienes deberán mejorar la comunicación con la potencia norteamericana.