La Poca Motivación para Hacer Ejercicio y su Origen Evolutivo
Según el profesor Daniel E. Lieberman, director del Departamento de Biología Evolutiva Humana en la Universidad de Harvard, los seres humanos están biológicamente predispuestos a evitar esfuerzos innecesarios. En su libro Exercised: Why Something We Never Evolved to Do is Healthy and Rewarding, explora cómo y por qué el cuerpo humano ha evolucionado de esta manera.
Lieberman sostiene que, desde una perspectiva evolutiva, la falta de motivación para hacer ejercicio no se debe a la pereza, sino a la naturaleza misma del ser humano. Estamos pidiendo a las personas que hagan algo que es, en esencia, inusual para nosotros. Evolucionamos para movernos solo cuando es necesario, no para hacer actividad física voluntaria con el objetivo de mejorar nuestra salud, explica en una entrevista para The Harvard Gazette.

El Origen del Ejercicio y su Perspectiva Evolutiva
Con más de diez años de investigación, Lieberman desafía varias creencias populares sobre el ejercicio. Argumenta que los humanos están más adaptados a realizar esfuerzos moderados en lugar de actividades extremas como maratones o triatlones. Hasta hace poco, la idea de hacer ejercicio podría haber parecido absurda desde un punto de vista evolutivo, ya que gastar energía de manera innecesaria no ofrecía beneficios en la vida cotidiana de nuestros antepasados.
Lieberman concluye que, para un cazador-recolector, no tendría sentido correr largas distancias por la mañana a menos que fuera absolutamente necesario. Esta visión resalta que el ejercicio no es un aspecto natural de la vida humana, sino una actividad que se ha vuelto relevante en la sociedad moderna.
Estrategias para Motivar la Práctica de Ejercicio
Para quienes buscan motivarse, Lieberman ofrece consejos prácticos:
- No te enfades contigo mismo. Reconocer tus instintos es el primer paso para superarlos. Si te sientes poco motivado, no te castigues por ello.
- Hazlo divertido y social. Nuestros antepasados eran físicamente activos por necesidad o por disfrute social, por lo que replicar esas dinámicas puede ser beneficioso.
- No te preocupes por el tiempo y la cantidad. La idea de que debemos estar perpetuamente activos es un mito. Un poco de ejercicio diario es suficiente, sin necesidad de aspirar a realizar maratones o triatlones.
Estos enfoques pueden ayudar a cambiar la percepción del ejercicio, haciéndolo más accesible y menos intimidante. La clave está en encontrar actividades que sean placenteras y que se integren naturalmente en la rutina diaria.
La práctica de ejercicio es fundamental para mantener un buen estado de salud. Reconocer que la falta de motivación puede estar arraigada en nuestra evolución puede ser el primer paso para adoptar un estilo de vida más activo y saludable.