La fortuna de Giorgio Armani y sus posibles herederos
La noticia ha conmocionado el mundo de la moda: Giorgio Armani falleció el 4 de septiembre de 2025 en Milán, a los 91 años. Su legado va más allá de ser el creador de trajes emblemáticos para Hollywood y la realeza europea; también fue un empresario que edificó uno de los imperios más sólidos de la industria del lujo.
En las horas que siguieron a su partida, surgieron interrogantes sobre el futuro de su imperio y quiénes serán sus herederos. Las estimaciones sobre su fortuna son variadas, pero se habla de un valor que oscila entre 9 y 13 mil millones de dólares, con un consenso reciente en torno a los 12 mil millones.
Armani nunca cedió ante grandes conglomerados como LVMH, que intentaron comprar su compañía. Su decisión de preservar la independencia de la marca que fundó en 1975 habla de su visión estratégica. Era un creador, pero también un astuto empresario.
Un camino poco convencional
El recorrido de Armani hacia la cima no fue lineal. Comenzó estudiando medicina en la Universidad de Milán, atraído por la anatomía, hasta que un giro del destino lo llevó a trabajar en escaparates en La Rinascente, unos conocidos grandes almacenes. Desde allí, hizo su camino en el diseño, primero con Nino Cerruti y luego lanzando sus propias colecciones.
En 1975, fundó Giorgio Armani S.p.A, que actualmente genera más de 2.300 millones de euros al año. Su sello característico es la elegancia sobria y minimalista, un estilo que redefinió la sastrería masculina y cautivó tanto a ejecutivos en los años 80 como a estrellas en la alfombra roja. Vestidos que se han convertido en icónicos, como el de novia de Charlene de Mónaco, son solo algunos ejemplos de su influencia.
El imperio Armani se extendió más allá de la moda, abarcando perfumes, cosméticos, decoración, restaurantes e incluso hoteles de lujo, como el famoso Armani Hotel en Dubái. Este año, la marca celebra 50 años y tenía planes para una gran exposición en la Pinacoteca di Brera de Milán.
¿Quiénes serán sus herederos?
A pesar de nunca haberse casado ni tener hijos, Armani planificó cuidadosamente su sucesión. La mayor parte de la empresa quedará en manos de la Fundación Giorgio Armani, creada en 2016 para garantizar que la firma conserve su independencia y continúe invirtiendo en proyectos sociales.
Además, diseñó un esquema de herencia que incluye a familiares y colaboradores cercanos. Algunos de los nombres que suenan con fuerza son:
- Silvana Armani, sobrina y parte del equipo creativo de moda femenina.
- Roberta Armani, sobrina dedicada a las relaciones públicas.
- Andrea Camerana, sobrino con roles ejecutivos en el grupo.
- Rosanna Armani, su hermana menor, más enfocada en lo familiar que en la gestión diaria.
- Pantaleo “Leo” Dell’Orco, su mano derecha desde hace décadas.
Este reparto combina lazos familiares y de confianza, con acciones divididas en bloques y derechos de voto distintos que buscan evitar conflictos. La Fundación jugará un papel crucial en asegurar que el emprendimiento no termine desmantelado ni vendido al mejor postor, manteniendo vivo el legado de Armani.