Mishiguene, fundado en 2014, se ha convertido en un ícono de la gastronomía de Buenos Aires, destacándose por rendir homenaje a las recetas de madres, abuelas y bisabuelas inmigrantes. Este restaurante ha obtenido una distinción de la Guía Michelin y ha sido reconocido durante ocho años consecutivos en The Worlds 50 Best, consolidándose como un referente de la cocina con memoria en la ciudad.
El objetivo de Mishiguene es claro: celebrar las recetas que llegaron a Buenos Aires desde Europa, el Mediterráneo, Oriente Medio y Asia, transmitidas de generación en generación. Con una propuesta que fusiona tradición y modernidad, el restaurante ofrece una experiencia culinaria que despierta recuerdos y emociones mientras deleita el paladar.
La Visión de Tomás Kalika
Dirigido por Tomás Kalika, quien cuenta con más de 25 años de experiencia en gastronomía y una formación en Jerusalén, Mishiguene se ha destacado en la cocina judía en Argentina. Desde su apertura, ha logrado reconocimiento internacional, siendo incluido en la lista de The Worlds 50 Best desde 2017 y recibiendo en 2024 una estrella Michelin. Kalika también ha sido galardonado con el Best Chef Award, reafirmando su posición como uno de los chefs más influyentes del mundo.
Un Viaje Gastronómico
La carta de Mishiguene es un recorrido a través de la historia y la cultura, donde cada plato es una reinterpretación de recetas tradicionales con toques modernos que respetan la esencia de los sabores originales. La panera, por ejemplo, incluye pan pita, jala y bagel de Jerusalén, acompañados de jalea de cebollas, pepinos encurtidos y sal marina. Los Mezze, aperitivos típicos de la cocina mediterránea oriental, ofrecen delicias como el flor de mango encurtido con labneh de queso de cabra y shishlik de carne, un brochette de entraña laqueada con salsa tahina.
Uno de los platos más emblemáticos es el pastrón, elaborado con un proceso artesanal que dura más de 30 horas, incluyendo curado, ahumado y cocción al vapor. El resultado es un costillar vacuno tierno y jugoso, servido en dos versiones: con latkes (pancakes de papa) o con hueso, acompañado de risotto trufado. Esta obra maestra de la cocina de autor es un imperdible para los amantes de la gastronomía.
Una Experiencia Completa
La oferta de Mishiguene no se limita solo a la comida; la coctelería también juega un papel crucial en la experiencia. Bebidas como el Beba Ganush, que combina vodka con berenjena ahumada, y el Mishiguene Martini, con vodka Absolut y vermut de la casa semi seco, están diseñadas para complementar los intensos sabores de los platos.
Con su sede principal en Palermo, Mishiguene ha expandido su propuesta a otros espacios como Mishiguene Café, Mishiguene Rotisería y Mishiguene Obrador. En cada uno de estos locales, la misión es la misma: honrar las tradiciones culinarias del pueblo judío, presentadas con un enfoque moderno y sofisticado.
Mishiguene no solo es un restaurante; es un homenaje a la herencia culinaria y una celebración de la diversidad cultural que compone la identidad de Buenos Aires. Cada visita promete ser una experiencia única llena de sabor, historia y emociones.
