Hipertensión: la enfermedad silenciosa que afecta a millones
Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión, una fecha que busca visibilizar una de las enfermedades más frecuentes y peligrosas del mundo. En Argentina, el 34% de los adultos mayores de 18 años la padece, y casi la mitad no lo sabe debido a la falta de diagnóstico.
La hipertensión es una enfermedad silenciosa que puede pasar desapercibida durante años, pero cuyas consecuencias son graves si no se detecta y trata a tiempo. Se caracteriza por una presión arterial elevada de forma sostenida, lo que deteriora progresivamente los vasos sanguíneos.

Impacto de la hipertensión en la salud
Según la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, el 34% de los adultos presenta hipertensión, y el 47% de ellos no lo sabe. Entre quienes conocen su condición, muchos no reciben tratamiento, y solo la mitad logra controlar sus valores. En el mundo, más de mil millones de personas sufren hipertensión, y el 47% de los hipertensos no sabe que lo es.
Consecuencias de no tratar la hipertensión
Cuando la hipertensión no se controla adecuadamente, puede provocar enfermedades cardiovasculares como infartos, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares (ACV). También puede dañar los riñones, afectar la visión y comprometer la salud de órganos vitales.
El deterioro de los órganos blancos (corazón, cerebro y riñones) es uno de los efectos más temidos. En muchos casos, esto se traduce en pérdida de autonomía, discapacidad y hasta mortalidad prematura.
Una sola pastilla diaria puede controlar la presión. En los últimos años, la medicina ha logrado mejorar el abordaje de esta patología con tratamientos más efectivos y simples. Destacan los antagonistas del receptor de angiotensina II (ARA2), como Losartán, Valsartán, Candesartán, Irbesartán y Telmisartán, que no solo disminuyen la presión arterial, sino que también ofrecen beneficios adicionales como protección renal y reducción del riesgo cardiovascular.
Estos medicamentos, con una sola toma diaria, facilitan el cumplimiento terapéutico. Además, existen las polipíldoras, cápsulas que combinan varios principios activos para tratar simultáneamente la hipertensión y factores de riesgo asociados como las dislipidemias. Este enfoque integral ha demostrado ser eficaz en mejorar los resultados clínicos y simplificar el tratamiento para el paciente.
La clave: diagnóstico temprano
Desde diversas instituciones de salud, se enfatiza que el diagnóstico temprano de la hipertensión arterial es determinante para evitar el deterioro silencioso que provoca en los órganos vitales. Dado que esta condición muchas veces no presenta síntomas evidentes, es fundamental promover el control de la presión arterial como rutina, incluso en personas jóvenes o aparentemente sanas.
Detectar la enfermedad en sus etapas iniciales permite iniciar el tratamiento de forma oportuna, evitando complicaciones mayores como infartos, ACV o daño renal irreversible. Las campañas de concientización, los chequeos médicos regulares y el acceso a tecnologías de monitoreo domiciliario son herramientas esenciales para lograr diagnósticos precoces.
Adoptar hábitos saludables desde edades tempranas, realizar controles médicos periódicos y conocer los antecedentes familiares permite anticiparse al desarrollo de la enfermedad. La prevención no solo reduce el riesgo de complicaciones graves, sino que también mejora la calidad de vida y evita tratamientos más costosos.