Xi Jinping destituye a altos mandos militares y funcionarios del PCCh
El Partido Comunista Chino (PCCh) anunció este jueves la expulsión de 14 funcionarios, de los cuales nueve son militares y cinco civiles. Esta es la purga anticorrupción más significativa que se ha realizado desde 2017 y fue comunicada por la agencia oficial Xinhua al finalizar el Cuarto Pleno del Comité Central en Beijing. Esta acción se dio al cierre de una reunión clave que discutía el nuevo plan quinquenal de desarrollo económico del país.
En este mismo marco, el Comité Central decidió promover al general Zhang Shengmin como nuevo vicepresidente de la Comisión Militar Central (CMC), relevando al expulsado He Weidong, quien también enfrentaba acusaciones de corrupción.
La purga sin precedentes en el Ejército y el Partido Comunista de China
El comunicado oficial resaltó la expulsión de once miembros del Comité Central, marcando una de las mayores renovaciones en la estructura del partido desde 2017. Ocho de los oficiales destituidos eran parte del Comité Central, mostrando el alcance político de esta purga interna.
Entre los militares removidos, destacan figuras como He Weidong, Miao Hua, Wang Xiubin y Lin Xiangyang. Estos nombres son representativos del cambio radical que está ocurriendo.
Los altos mandos destituidos
En primer lugar, tenemos a He Weidong, quien era ex vicepresidente de la CMC y miembro del Politburó, un grupo que reúne a 24 de los principales líderes del país. Este es un hecho llamativo, ya que no aparecía en público desde marzo y se convierte en el primer militar activo del Politburó investigado por corrupción. Antes, lideraba el Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación, que tiene un rol crucial en operaciones frente a Taiwán.
Otro personaje importante es Miao Hua, un almirante y director del Departamento de Trabajo Político de la CMC. Fue apartado en junio, tras desaparecer de la esfera pública desde noviembre de 2024. Su última aparición oficial se había dado en un acto en octubre de ese año.
Ambos pertenecían a la llamada “facción de Fujian”, un grupo de oficiales que compartían vínculos con Xi Jinping en esa provincia entre 1985 y 2002. Analistas observan que su carrera se disparó durante el mandato de Xi.
Además de estos altos mandos, se expulsó a otros como He Hongjun, Wang Xiubin, Qin Shutong y Wang Chunning, quienes ocupaban cargos claves en la política y la seguridad.
La purga también alcanzó a cinco funcionarios civiles, entre ellos Tang Renjian y Jin Xiangjun, cuya situación no había sido previamente divulgada. Estos también formaban parte del Comité Central, aunque sin detalles específicos de sus roles.
Un nuevo liderazgo y la consolidación del poder de Xi Jinping
La promoción del general Zhang Shengmin, de 67 años, fortalece el sistema de control político en el ejército. Originario de Shaanxi, Zhang ha tenido una carrera destacada en la Fuerza de Cohetes del EPL y actualmente se desempeña como subsecretario de la Comisión Central de Inspección Disciplinaria, el organismo anticorrupción central en China.
Con estas expulsiones, la CMC queda conformada por solo cuatro miembros activos, incluyendo al presidente Xi Jinping, cuando habitualmente son seis, más el titular. Desde que asumió el liderazgo del PCCh en 2012, Xi ha promovido una política de “tolerancia cero con la corrupción”, que se ha vuelto emblemática de su gobierno. De hecho, se han sancionado a más de seis millones de funcionarios en la última década.
La purga que combina control político y mensaje interno en China
Los especialistas consideran que la magnitud de esta operación refleja tanto un mensaje de autoridad interna como un intento de depurar estructuras militares previo a un nuevo ciclo de poder.
El experto Neil Thomas explicó que las purgas buscan reafirmar la imagen de disciplina y control del presidente chino. Se interpretan como un esfuerzo para eliminar elementos corruptos y desleales, contribuyendo así a una “autorrevolución” dentro del Partido, con el objetivo de mantener una organización más limpia y efectiva.
Con esta nueva ola de destituciones, Xi Jinping refuerza aún más su liderazgo, enviando un claro aviso a aquellos que puedan desafiar su autoridad dentro del régimen.