La violencia infantil es un fenómeno que afecta profundamente a nuestra sociedad, y los últimos datos revelan una situación preocupante en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). En un periodo de solo tres meses, se reportaron once casos diarios relacionados con el maltrato a niños, niñas y adolescentes, lo que pone de manifiesto la urgencia de abordar esta problemática.
Las denuncias abarcan diferentes tipos de violencia, incluyendo maltrato físico, psicológico e incluso abuso sexual. Este panorama refleja la necesidad de un enfoque más proactivo para proteger a los menores, quienes en su mayoría sufren estas agresiones en el entorno familiar, donde el 80% de los denunciados tiene un vínculo filial con las víctimas.
El Rol de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD)
La Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema ha sido fundamental en la recopilación de estos datos. Durante los primeros tres meses del año, se registraron 958 denuncias de niños y adolescentes, con un alarmante 38% de los casos relacionados con violencia física. Además, el 96% de las denuncias reportó maltrato psicológico, evidenciando la gravedad de la situación.
En este contexto, el equipo interdisciplinario de la OVD trabaja incansablemente para atender a las víctimas y realizar un seguimiento de los casos judiciales. Es importante destacar que la OVD está disponible las 24 horas del día, lo que permite a los afectados acceder a ayuda en cualquier momento.
Impacto en la Vida de los Niños
Las estadísticas son desalentadoras. La edad promedio de los afectados es de 9 años, con un 51% de las víctimas identificadas como niñas y el 49% como niños. En un preocupante 80% de los casos, los denunciados son los propios progenitores, siendo los padres responsables en el 67% de los casos y las madres en el 33% restante.
Además, es esencial mencionar que la OVD también ha recibido denuncias directas de adolescentes de entre 15 y 17 años, quienes han buscado apoyo para escapar de situaciones de violencia. Esto refleja una creciente conciencia entre los jóvenes sobre sus derechos y la importancia de hablar sobre los abusos que sufren.
La Normalización del Maltrato
El maltrato infantil es un tema que, lamentablemente, ha sido naturalizado en muchas sociedades. Aldana Contrera, consultora en crianza, subraya que la violencia hacia los niños se ha normalizado de tal manera que a menudo no se percibe como grave. La humillación, los gritos y el uso del miedo como herramienta de crianza son prácticas que, si se observan en otros contextos, serían catalogadas inmediatamente como violencia.
La necesidad de educar y sensibilizar a la sociedad sobre el respeto hacia los niños es urgente. Es fundamental replantear nuestras conductas y entender que la crianza debe basarse en el amor y el respeto, en lugar de en la violencia y el miedo.
Desafíos y Cambios Necesarios
En medio de esta alarmante situación, es preocupante observar cómo se han desarticulado programas de protección infantil. La Ley Lucio y la Ley Brisa, que proporcionaban apoyo y recursos esenciales para la protección de los menores, se encuentran paralizadas. Este retroceso en políticas públicas afecta a miles de niños y familias que dependen de estas ayudas para garantizar un entorno seguro y saludable.
La respuesta del Estado debe ser más contundente. La implementación efectiva de leyes que protejan a los menores y la creación de programas de concienciación y prevención son pasos cruciales para erradicar la violencia infantil. La educación y la formación en derechos de la infancia son herramientas poderosas para fomentar un cambio cultural significativo.
¿Qué Puedes Hacer?
Es vital que todos los miembros de la sociedad se involucren en la lucha contra la violencia infantil. Si eres testigo de una situación de maltrato, no dudes en reportarla. La OVD está disponible para brindar apoyo y asistencia a quienes lo necesiten. Además, informarte y educar a otros sobre la importancia de respetar y proteger los derechos de los niños puede contribuir a un cambio positivo.
La violencia infantil es un problema que nos concierne a todos. Juntos, podemos crear un entorno más seguro y respetuoso para las futuras generaciones. No te quedes callado, actúa y sé parte de la solución.
