La vicepresidenta Victoria Villarruel ha dado un giro significativo a su gestión en el Senado, implementando cambios clave en su equipo de trabajo. Esta reestructuración busca fortalecer su posición política tras una serie de tensiones, especialmente evidentes durante la reciente celebración del Tedeum, donde tuvo un cruce notable con Javier Milei.
Con la intención de establecer un nuevo camino en su liderazgo, Villarruel se ha desprendido de miembros de su círculo cercano, incluidos figuras como Juan Martín Donato y Emilio Viramonte Olmos. Este cambio no solo refleja un deseo de renovación, sino también una estrategia para alejarse de las influencias que la han circunscrito en su papel dentro de Casa Rosada.
Ascensos y Nuevas Designaciones en su Equipo
En un movimiento estratégico, Villarruel ha nombrado a Mario Russo como su nuevo jefe de asesores. Russo, quien cuenta con experiencia en la campaña de La Libertad Avanza, aportará una visión renovada y un enfoque más alineado con los objetivos de Villarruel. Además, ha incorporado a Claudio Gallardo como director general de Seguridad y a María Eugenia Tasende en la dirección de Auditoría y Control de Gestión, formando así un triángulo de hierro en su gabinete.
Estos ascensos buscan no solo fortalecer la estructura de su equipo, sino también contrarrestar los ataques provenientes del Ejecutivo. Sin embargo, la reacción del oficialismo no se ha hecho esperar, con críticas hacia las nuevas designaciones y cuestionamientos sobre la capacidad de estos nuevos funcionarios.
Cambios y Controversias en el Senado
La reestructuración de Villarruel ha suscitado controversias, especialmente con la diputada Lilia Lemoine, quien ha denunciado a uno de los nuevos designados por agresiones previas. Este tipo de situaciones pone de relieve las tensiones internas que Villarruel debe manejar mientras intenta consolidar su liderazgo.
Además, la vicepresidenta ha tomado la iniciativa de recategorizar 250 agentes del Senado, una acción que se percibe como un intento de mejorar las condiciones laborales en un contexto donde muchos salarios están por debajo de la línea de pobreza. Esta medida ha sido interpretada como un dardo directo hacia Casa Rosada, lo que añade una capa más de complejidad a la relación entre Villarruel y el Ejecutivo.
Recorridos y Proyecciones Políticas
Villarruel también ha comenzado a realizar visitas en territorio, como su reciente aparición en Chivilcoy, donde se reunió con el intendente Guillermo Britos. Durante esta visita, se discutieron temas políticos y de desarrollo local, lo que refleja su intención de estar presente en las comunidades y fortalecer su base política.
Esta nueva etapa en la gestión de Villarruel se caracteriza por una clara intención de distanciarse de sus relaciones pasadas y construir una plataforma sólida para enfrentar los desafíos que se avecinan. Su decisión de desvincularse de la Fundación Oíd Mortales, que había sido vista como su think tank, marca un hito en su búsqueda de redefinir su imagen política y su camino hacia el futuro.
Con todos estos cambios, Villarruel está en una posición clave para influir en el panorama político, y sus próximos pasos serán cruciales para determinar su relevancia dentro del ámbito político argentino.
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