Un multimillonario deja su fortuna a su perro Tito tras morir

El amor que existe entre una persona y su mascota es realmente algo especial, y eso lo entendió a la perfección Ratan Tata, un millonario y filántropo que dejó una huella en el mundo antes de fallecer a finales de 2024. En lugar de dejar su fortuna a familiares o amigos, decidió que su perro, Tito, recibiría casi todo su patrimonio. ¡Sí, leyeron bien!

Ratan Tata era conocido por su humildad y su gran generosidad. A través de su fundación, Tata Trusts, financió proyectos de educación, salud y desarrollo social en India. Sus aportes fueron fundamentales para crear hospitales y otras instituciones que han marcado una diferencia en la vida de muchas personas. Él solía decir que “no se trata de cuánto tienes, sino de cuánto estás dispuesto a dar para hacer una diferencia en el mundo”.

¿Quién fue Ratan Tata?

Nacido en Mumbai en 1973, Ratan estudió arquitectura en la Universidad de Cornell. Al regresar a su país, comenzó a trabajar en su familia, el Tata Group, que se considera el mayor conglomerado de India. En 1991, asumió el liderazgo de la empresa y la llevó a ser un referente a nivel mundial. Un verdadero ejemplo de lo que se puede lograr con dedicación y trabajo duro.

Lamentablemente, Ratan Tata falleció el 9 de octubre de 2024 debido a complicaciones de salud. A lo largo de su vida, decidió no casarse ni tener hijos. Aunque tenía un hermano y dos hermanastras, prefirió repartir su fortuna entre sus más cercanos colaboradores: su mayordomo, Konar Subbiah, su cocinero, Rajan Shaw, y, por supuesto, su querido perro Tito, quien estuvo a su lado hasta el final.

Tito: el heredero de la fortuna de Ratan Tata

En su testamento, Ratan dejó claro que Tito sería el principal beneficiario de su patrimonio. Este amado perro no solo recibió una suma enorme, sino que también tendrá cuidados ilimitados. Esto revela el profundo amor que Ratan sentía por los animales. Además, ordenó al Tata Group que nunca rechazara un animal callejero, una muestra palpable de su compromiso con el bienestar animal.

Esta historia nos recuerda que el amor y la lealtad no tienen límites, y que incluso los más grandes entre nosotros pueden tener un corazón grande para aquellos que no pueden hablar por sí mismos.