Un cuarto de la población de bajos ingresos se endeudó para vivir
Casi un cuarto de la población con bajos ingresos se vio en la necesidad de pedir ayuda a familiares o amigos en el primer semestre de 2025 para mantener su hogar. Por otro lado, las familias con mayor poder adquisitivo recurrieron a préstamos con bancos y entidades financieras, que a pesar de todo, también enfrentan desafíos.
El último informe del INDEC, que se basa en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), revela algunos datos sorprendentes. Un 22,5% de los hogares de bajos ingresos, que abarcan desde los primeros cuatro deciles hasta aquellos sin ingresos monetarios, admitieron haber solicitado ayuda a sus seres cercanos entre enero y junio de este año.
Cuando miramos los porcentajes de otros sectores, el escenario cambia un poco. Solo 13,3% de los hogares de clases medias y 8,3% de los de altos ingresos se endeudaron de esta manera. En cuanto a las instituciones financieras, el endeudamiento fue del 13,9% para los hogares más necesitados, 15% para los de ingresos medios y 13,3% para los más acomodados. En total, un 16,1% de los argentinos buscó auxilio de bancos, mientras que el 14,2% optó por recurrir a personas cercanas para cubrir sus gastos diarios.
Entre 2020 y 2023, se observó que el uso de préstamos bancarios y del sistema financiero se estancó y, en algunos casos, disminuyó. El pico de deuda se produjo en el segundo semestre de 2019, y desde 2024, empezamos a ver un repunte en esta tendencia, comparándose con los niveles de 2019.
Más del 40% de los hogares argentinos vendió pertenencias o desarmó ahorros
Un dato llamativo que resalta este informe es que el 40,8% de los hogares utilizó sus ahorros o vendió cosas para poder afrontar sus consumos habituales. La mayoría de estos hogares pertenecen a la franja de ingresos medios y bajos, lo que pone de manifiesto la presión económica que muchos enfrentan día a día.
Por otro lado, también se observó un aumento en la cantidad de hogares que reciben transferencias en especie del Estado, ONG y iglesias. Este porcentaje subió del 2,2% al 6,3% entre el segundo semestre de 2016 y el primero de 2025, alcanzando un 13% en los hogares de bajos ingresos. Esto muestra cómo la comunidad se sienta más unida en tiempos difíciles, con un apoyo mutuo que se vuelve esencial para sobrellevar la situación.