Trump y Xi Jinping se reúnen para diálogo clave
Donald Trump describió su encuentro con Xi Jinping como “sorprendente” y lo calificó con un 12 en una escala del 1 al 10. Durante la cumbre asiática, Xi comenzó su discurso con un mensaje conciliador: “El desarrollo y la rejuvenización de China no son incompatibles con el objetivo de Trump de ‘Hacer Grande Nuevamente a América’”. Al final de la reunión, Trump aplaudió a Xi como “un gran líder de un gran país”.
A pesar de las altas expectativas, los dos líderes se encontraron durante apenas una hora y cuarenta minutos, mucho menos de lo que se anticipaba. Al parecer, discutieron solo los puntos previamente acordados, ya que Trump había insinuado que la charla podría durar hasta cuatro horas. Aunque ambos se fueron con algo, parece que uno de ellos tuvo que ceder más que el otro.
Comentamos anteriormente que Trump juega al ajedrez mientras que Xi es un experto en el Go. En el ajedrez, un partido se resuelve en 40 a 60 jugadas, mientras que en el Go, puede llevar entre 250 y 300 movimientos. Para que te hagas una idea, un partido puede durar de 4 a 10 horas. Esto muestra cuán diferentes son sus estilos de negociación.
Lo acordado
Trump se jactó de que “todo lo relacionado con las tierras raras ha sido acordado”. Desde el lado chino, el tema no fue abordado en su comunicado posterior, pero el Ministerio de Comercio de China anunció la suspensión de controles sobre la exportación de estos materiales. Esto delata un cambio significativo, ya que, desde el 9 de octubre, cualquier exportación en la que se sospechara que las tierras raras o semiconductores podían ser utilizados para fines militares estaba prohibida. A cambio, EEUU reducirá en un 50% los controles de importación.
Estos acuerdos tienen una duración de un año y afectan a cinco elementos específicos. En cuanto al fentanilo, un tema que preocupa mucho a Trump, se comprometió a trabajar con Xi para frenar su flujo, algo que había influido en las tarifas de importación impuestas a productos chinos.
Washington ya había disminuido del 20% al 10% las tarifas impuestas debido a la falta de controles en la exportación de precursores químicos. Así, las tarifas que se habían impuesto vuelven al nivel previo al “Día de la Liberación” (47%), pero es más fácil para los chinos absorber estos costos que para los estadounidenses.
Un tema que quedó pendiente es la “fase uno” del acuerdo que promovió Trump durante su primer mandato, donde China se comprometió a importar productos estadounidenses por un valor de 200.000 millones de dólares anuales. Aunque se han enganchado algunas compras menores de productos agrícolas, especialmente soja, esto no será significativo, ya que China tiene grandes reservas de este grano y este año espera alcanzar 43.86 millones de toneladas métricas.
Expectativas futuras
Una de las noticias interesantes es que se espera que Trump visite Pekín en seis meses, en abril. Xi se mostró abierto a visitas mutuamente, ya sea en Florida, Palm Beach o Washington D.C. Sin embargo, dado que el líder chino ve el golf como algo ostentoso y corrupto, ha cerrado más de 100 campos en su país, así que no esperes que se organicen partidos de golf entre ellos.
La inteligencia artificial también fue parte de la conversación. Aunque Trump no dio detalles sobre un chip específico, mencionó que ambos están interesados en trabajar en el desarrollo de chips de inteligencia artificial. A pesar de las restricciones, China continúa avanzando en esta área y desarrollando sus propios procesadores.
En cuanto a los conflictos globales, Trump se mostró abierto a discutir, señalando su deseo de “solucionar varios conflictos regionales”. Sin embargo, no se mencionaron temas delicados como las sanciones a Rusia, la situación en Taiwán o los derechos humanos de los uigures.
El encuentro dejó claro que, a pesar de las diferencias, tanto Trump como Xi parecen dispuestos a encontrar soluciones conjuntas. Las palabras de Xi reflejan esto: “Hoy el mundo enfrenta muchos problemas difíciles. China y EE.UU. pueden sobrellevar juntos su responsabilidad y trabajar juntos para el bien de nuestros dos países y del mundo”. Fue un momento significativo en la relación entre ambas naciones, donde parece que se busca un equilibrio. Este año, los estantes en EEUU estarán repletos de juguetes chinos.