Trump insulta a periodista que indaga sobre el caso Epstein

Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, tuvo un intercambio bastante áspero con la periodista Catherine Lucey de Bloomberg. Todo comenzó cuando ella le preguntó sobre la desclasificación de los archivos de Jeffrey Epstein. En lugar de responder de manera reflexiva, Trump decidió insultarla, llamándola “cerdita”. La pregunta que Lucey hizo era relevante: ¿por qué se mostraba tan nervioso si los archivos no contenían nada incriminatorio? Esa curiosidad venía justo antes de que la Cámara de Representantes votara para exigir que el Departamento de Justicia hiciera públicos esos documentos.

La situación se desarrolló a bordo del Air Force One, un lugar que habitualmente se utiliza para conferencias de prensa impromptu. Este momento incómodo tuvo lugar el viernes, pero cobró relevancia mediática el martes, justo antes de la votación en el Congreso.

Cuando Lucey comenzó a cuestionar el comportamiento de Trump, él la interrumpió bruscamente pidiendo silencio y utilizando ese apodo despectivo. Esto generó una reacción negativa entre sus colegas y en las redes sociales, donde muchos criticaron la actitud del presidente.

En medio de este escándalo, también surgieron nuevos correos electrónicos de Epstein que insinuaban vínculos más cercanos entre Trump y el financista de lo que el presidente había admitido anteriormente. El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes divulgó estos mensajes, que, según los demócratas, podrían hacer que Trump pareciera más consciente de las actividades de Epstein de lo que había declarado.

Los correos más llamativos fueron tres de 2011, donde Epstein parecía sugerir que Trump conocía su comportamiento. En esos años, Epstein intentaba reparar su imagen mientras Trump brillaba en los medios gracias a su programa “El aprendiz” y soñaba con la presidencia.

En respuesta, los republicanos hicieron sus propios movimientos, publicando más de 20.000 páginas de documentos. A pesar del aluvión de información, intentaron minimizar la importancia de los correos de Epstein. Por su parte, Trump descalificó la maniobra demócrata, tildándola de “farsa” destinada a desviar la atención de otros asuntos, como el cierre del gobierno.

Un espectáculo digno de un capítulo de novela, ¿no?

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