Trump implementa cambios en el FMI que benefician a Milei

La economía argentina está atravesando un momento crítico. Con 10.000 millones de dólares en obligaciones de deuda que vencen en los próximos cuatro meses, la situación se torna complicada. Además, las reservas netas están apenas por encima de los 5.000 millones de dólares, mientras que la deuda total con el FMI se acerca a los 60.000 millones de dólares. Esto ha generado un clima de incertidumbre entre los inversores, afectado por la inestabilidad política y económica que enfrenta el Gobierno.

En este contexto, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha comenzado a intervenir activamente en el mercado cambiario, vendiendo dólares para intentar controlar la disparada del tipo de cambio, que ya ha superado los límites establecidos. Sin embargo, las medidas no siempre logran el efecto deseado y la volatilidad sigue aumentando, con consecuencias directas en el valor de la moneda.

La frágil situación del Gobierno

Recientemente, el ministro de Economía, Luis Caputo, admitió que el Tesoro dejará de comprar reservas al precio actual. En lugar de eso, se están explorando “alternativas” para poder cumplir con los pagos de la deuda. La situación se complica aún más con el riesgo país que ha superado los 1.200 puntos, lo que refleja la desconfianza generalizada hacia la capacidad del Gobierno para manejar esta crisis.

Con la reciente anulación de vetos en el Congreso respecto al financiamiento de hospitales y universidades, se evidenció aún más la debilidad del Ejecutivo, especialmente a solo 38 días de las elecciones. Esto, sumado al desplome de los bonos en dólares, crea un paisaje incierto que acelera la salida de capitales y aumentan la demanda de divisas, profundizando la crisis cambiaria.

Estrategias de pago de deuda

Caputo también señaló que el Gobierno deberá encontrar formas de pagar la deuda, ya que no se cuenta con los recursos propios para cubrir los 10.000 millones de dólares que vencen. “Estamos trabajando en alternativas para garantizar el pago”, reconoció, dejando entrever el riesgo de caer en un default si no se obtienen flujos externos. Esto lleva al Gobierno a buscar soluciones creativas, desde renegociaciones con bonistas hasta nuevas alianzas.

El nombramiento de Dan Katz como subdirector gerente del FMI, un hombre de confianza del secretario del Tesoro estadounidense, podría ser una pieza clave en esta ecuación. Su cercanía con figuras de la administración Trump y su experiencia en acuerdos previos con Argentina ofrecen un rayo de esperanza en medio de la incertidumbre actual.

Cambios en el FMI y posibles ayudas

Las reformas propuestas en el FMI bajo la administración de Trump podrían facilitar un nuevo acuerdo, lo que sería una alternativa viable para reducir la carga de la deuda. En este marco, algunas voces han sugerido que pueda haber ayuda directa desde el Tesoro de EE. UU. Con declaraciones de Bessent, que propone utilizar el Exchange Stabilization Fund ante un eventual “shock externo”, esta opción comienza a ganar fuerza en el debate. Sin embargo, implicaría concesiones geopolíticas que deberían ser cuidadosamente evaluadas.

Mientras tanto, se prevé un encuentro entre Milei, Bessent y Georgieva durante la Asamblea General de la ONU. Esta reunión podría ser simbólica, ofreciendo una validación de las reformas impulsadas por el nuevo Gobierno y potencialmente habilitando un camino hacia la estabilidad que tanto necesita la economía local.

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