Trump elabora plan de apoyo a agricultores tras quejas de auxilio
El Gobierno de Estados Unidos está considerando un nuevo paquete de ayuda que oscila entre 10.000 y 14.000 millones de dólares para su sector agrícola. Este sector se ha visto golpeado por varios factores: aranceles altos, aumento de costos, escasez de mano de obra y caída en los precios de las materias primas. Informes de CNN mencionan que la administración de Donald Trump está trabajando en los detalles junto a los Departamentos de Agricultura y del Tesoro. Esto se da en un contexto donde hay mucha presión política para calmar el descontento de los productores, que son un bastión importante para el presidente, especialmente tras la reciente implementación de las retenciones cero en Argentina.
Los gastos de producción agrícola en Estados Unidos se proyectan en 467.400 millones de dólares para 2025, lo que representa un incremento de 12.000 millones en comparación con el año anterior, según el Departamento de Agricultura (USDA). Además, las quiebras agrícolas han alcanzado niveles alarmantes, siendo las más altas desde 2021.
La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, ha señalado que la economía agrícola está atravesando un desafío importante. Hay una señal de alerta no solo para los productores de soja, sino también para aquellos que cultivan maíz, trigo, sorgo y algodón.
Dos vías para el rescate
En la Casa Blanca, se están considerando dos opciones principales para abordar la situación.
Ambos mecanismos pueden combinarse dependiendo de la disponibilidad de recursos. Un funcionario de la administración comentó que “la cifra final va a depender de cuánto necesiten los agricultores y de los ingresos que provengan de los aranceles”.
Trump, consciente de que los agricultores son clave para su reelección en 2024, ha reafirmado su compromiso de proteger al sector agrícola, considerándolo parte de la seguridad nacional. Un asesor presidencial citó: “Necesitamos producir nuestros propios alimentos. No podemos depender de importaciones de otros países”.
La crisis de la soja y el impacto argentino
La soja se ha convertido en el centro de la crisis agrícola en Estados Unidos y representa la principal exportación agrícola del país, con más de 24.000 millones de dólares en exportaciones para 2024. Aunque China compró la mitad de la producción estadounidense en su momento, las cosas cambiaron en mayo con la imposición de un arancel del 20% desde Pequín, en respuesta a las políticas de Trump.
Este golpe fue doble: Estados Unidos perdió su mercado principal, mientras China comenzó a incrementar sus compras a Sudamérica, enfocándose especialmente en Argentina y Brasil.
Recientemente, el Tesoro estadounidense anunció un salvavidas financiero de 20.000 millones de dólares para el Banco Central de Argentina, destinado a reforzar las reservas en dólares. Esta medida le permitió a Buenos Aires eliminar temporalmente las retenciones a las exportaciones de granos, lo que abarató la soja argentina y aceleró su venta a China.
Tras este anuncio, China adquirió al menos 10 cargamentos de soja argentina, mientras Brasil y China firmaron un acuerdo para fortalecer su alianza comercial en el ámbito agrícola.
Presión política y urgencia
Con la cosecha en pleno desarrollo, los productores estadounidenses están sintiendo la presión. “El tiempo se agota”, enfatizó Caleb Ragland, presidente de la American Soybean Association.
Trump ha responsabilizado a Beijing por la crisis en el sector y prometió que el asunto estará “en el centro” de su próxima reunión con el presidente chino Xi Jinping, que está programada para el mes siguiente en Corea del Sur.
La secretaria Rollins, cercana al presidente, lidera las gestiones para concretar el paquete de ayuda. En un mensaje que se filtró a la prensa, expresó su “preocupación urgente” por el deterioro del sector. “La posibilidad de utilizar los ingresos arancelarios para compensar a los agricultores es una solución muy elegante”, afirmó, reconociendo la complejidad de la situación.