Tres opciones de financiamiento que estudia Scott Bessent
El respaldo del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, al gobierno de Javier Milei ha tenido un impacto inmediato en los activos argentinos y ha aliviado la presión sobre el dólar en un contexto cada vez más complicado. Antes del viaje de Milei a EEUU, Bessent afirmó que están “dispuestos a hacer lo que sea necesario” para ayudar a Argentina, proporcionando opciones de apoyo y estabilización.
Entre las alternativas mencionadas, se encuentran: líneas de swap, compras directas de divisas y adquisiciones de deuda gubernamental en dólares del Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro.
Líneas de swap y su funcionamiento
Las líneas de swap son acuerdos financieros donde dos países intercambian divisas por un tiempo determinado, con la promesa de devolverlas bajo ciertas condiciones. Normalmente, estos swaps son raros entre países emergentes, ya que Estados Unidos suele utilizarlos solo con bancos centrales de economías desarrolladas. De hecho, Argentina nunca ha tenido una línea de swap directa con EEUU.
A modo de comparación, Argentina tiene un acuerdo vigente con China, a través del Banco Popular de China, con un total de aproximadamente 18.500 millones de dólares. Este acuerdo fue firmado originalmente en 2009 y renovado varias veces desde entonces.
El economista Federico Guistein señala que, en teoría, una línea de swap sería la opción más favorable porque ofrece liquidez inmediata y grandes cantidades sin afectar las reservas del país. Sin embargo, también advierte que esto requiere mucha confianza por parte de EEUU, dado el historial complicado de Argentina en el cumplimiento de acuerdos.
Recompras directas de divisas y compras de deuda
Las recompras directas de divisas son cuando un gobierno extranjero vende dólares en el mercado para inyectar liquidez a otro país. Es una medida excepcional que busca asistir a naciones consideradas estratégicas en términos cambiarios.
Eric Paniagua, de Dekadrak Venture Capital, comenta que la compra directa de divisas, donde se cambiarían pesos por dólares en el mercado abierto, sería una solución ideal. Esto no representaría una nueva deuda contable y podría ayudar a estabilizar el tipo de cambio.
Otra opción sería la compra de deuda en dólares del Tesoro argentino a través del Fondo de Estabilización Cambiaria de EEUU. Esta posibilidad ya se utilizó en el pasado para ayudar a naciones como México en 1995, y requiere aprobación política de alto nivel.
Gustavo Gardey, de Bull Road Investments, sostiene que un programa de recompra de deuda soberana en dólares podría establecer un “piso” para la deuda y reducir significativamente el riesgo país. Además, explica que al usar dólares para comprar deuda propia a tasas más bajas, se genera un panorama más atractivo y sostenible.
Guistein también menciona que aunque las recompras directas de moneda pueden requerir activos o regalías líquidas, hay caminos viables para este tipo de acuerdos. Por su parte, Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras, resalta que este apoyo se da principalmente por consideraciones geopolíticas, ya que Argentina tiene muy limitado su acceso al mercado de crédito internacional. Además, enfatiza que lo esencial será que el país implemente las reformas necesarias para atraer inversiones y lograr un crecimiento sostenible.