Traslado de Miguel Ángel Russo al cementerio en Pilar
El cortejo fúnebre de Miguel Ángel Russo, uno de los entrenadores más emblemáticos del fútbol argentino, se convirtió en un verdadero homenaje popular. Tras su fallecimiento, que tuvo lugar el miércoles, su cuerpo fue velado el jueves en el hall central de Brandsen 805, en Boca, donde mil hinchas, no solo de Boca Juniors, se acercaron para darle un último adiós lleno de emoción.
Russo, que estaba luchando contra el cáncer, dejó una huella profunda en la historia del fútbol. Durante el velorio, se escucharon aplausos y canciones que resonaban en cada rincón, mostrando el cariño que le profesaban los aficionados. Fue un momento de unión, donde miles compartieron anécdotas y memorias de un director técnico que marcó una época.
Por la mañana de este viernes, el acceso al velorio se restringió inicialmente a familiares y amigos cercanos. Fue un instante íntimo, donde sus seres queridos pudieron rendir tributo a una figura que siempre será recordada en la comunidad futbolística. Esas horas estaban cargadas de sentimiento y nostalgia.
Un detalle particularmente emotivo fue que el féretro de Russo fue trasladado a Pilar con una bandera de Boca sobre él. Eso simbolizó su profunda conexión con el club y su historia.
Además, Russo expresó en vida su deseo de ser cremado y que sus cenizas sean esparcidas en el Estadio Gigante de Arroyito de Rosario Central. Allí, había dejado su marca en la campaña de ascenso en 2014 y en la victoria de la Copa de la Liga 2023, una proeza que lo certifica como uno de los grandes.
La noticia de su deceso también llegó a grandes figuras del fútbol. Por ejemplo, Lionel Messi no se quedó atrás y ofreció sus condolencias, un gesto que refleja la admiración que Russo cosechó en toda la comunidad futbolística. Como resultado del duelo, Boca cerrará sus puertas durante 48 horas, un homenaje justo a un hombre que dedicó su vida al fútbol y dejó un legado imborrable.