Tierra del Fuego aprueba instalación de salmoneras tras debate

La Legislatura de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur dio un paso importante este lunes al aprobar la nueva ley de Acuicultura provincial. Esta normativa autoriza la instalación de salmoneras en la región, un tema que había estado en debate durante años. El gobernador Gustavo Melella expresó su entusiasmo en redes sociales, afirmando que esta ley es clave para diversificar la matriz productiva de la provincia.

El proyecto, que modifica la ley provincial 1.355, fue aprobado con el apoyo de 8 legisladores y la oposición de 7. Lo curioso es que el debate no solo generó divisiones dentro del peronismo, sino también en el oficialismo local de FORJA, que tradicionalmente colabora con ellos.

Aunque la normativa abre la puerta a las salmoneras, es importante destacar que se mantienen restricciones en el Canal del Beagle, así como en lagos y lagunas. Las nuevas instalaciones deberán ser ubicadas en áreas designadas y cumplir con rigurosas evaluaciones medioambientales, además de establecer límites claros de producción y supervisión constante por parte del Estado.

Gustavo Melella: “Esta norma será fundamental para ampliar nuestra matriz productiva”

Al celebrar la ratificación en la Legislatura, Melella acentuó que “es un momento crucial para el desarrollo productivo de Tierra del Fuego”. Agradeció a los legisladores que apoyaron la modificación de la ley, la cual busca modernizar y fortalecer el marco legal para la acuicultura.

El gobernador subrayó que esta legislación es vital para crear empleo y atraer inversiones privadas. También mencionó que la norma incluye altos estándares de control ambiental y busca fomentar el consumo local de productos de calidad.

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado nacional, Federico Sturzenegger, también se unió a la conversación, afirmando que la decisión representa “otro paso hacia la normalidad”. Destacó que Tierra del Fuego necesita explorar sus ventajas competitivas en áreas como el gas, el turismo y, claro, la acuicultura.

Algunos legisladores, como Agustín Coto de La Libertad Avanza, celebraron la aprobación, argumentando que reemplaza la prohibición de criar salmones y truchas por un marco más moderno y regulado. Coto también destacó que esto implicará más empleo, alimentos de calidad y una mayor contribución de la provincia a la economía nacional.

Sin embargo, la normativa no fue aceptada por todos. Pablo Villegas, del Movimiento Popular Fueguino, votó en contra y expresó preocupaciones sobre la legalidad del proceso y los posibles efectos negativos en el medio ambiente. Villegas argumentó que “prohibir por miedo nunca fue una solución”, enfatizando que las salmoneras no generan empleo genuino y podrían dejar daños ambientales irreversibles.

El debate sobre la instalación de salmoneras en Tierra del Fuego está lleno de matices, y muchos sostienen que podría traer serias consecuencias ecológicas. Las posiciones sobre este tema han cruzado las líneas partidarias, lo que evidencia el compromiso de muchos legisladores con sus convicciones personales en lugar de alineamientos políticos.

Así, la discusión continúa y los próximos pasos serán seguidos de cerca por diversos sectores de la sociedad fueguina.

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