Texas adopta Bitcoin como parte de sus reservas estatales

Texas se convirtió en el primer estado de EE.UU. en incluir Bitcoin en sus reservas oficiales. La compra inicial, que ronda los 5 millones de dólares, se realizó a través del ETF spot IBIT de BlackRock. Este movimiento marca el comienzo del programa Texas Strategic Bitcoin Reserve, una iniciativa estatal para integrar activos digitales en su patrimonio financiero.

Es un hito sin precedentes: nunca antes un estado de una de las principales economías del mundo había adquirido Bitcoin con fondos públicos como un activo estratégico. Este paso es aún más notable considerando el peso económico de Texas, que, si fuera un país, estaría entre las diez economías más grandes del planeta.

Un programa con marco legal propio

Recientemente, Texas aprobó la ley SB 21, que establece una reserva específica distinta del tesoro general. Esta normativa incluye reglas de gobernanza, supervisión y límites de riesgo. La ley permite la compra de criptomonedas de alta capitalización de mercado durante un período de 24 meses, dejando prácticamente a Bitcoin como el único candidato viable.

Inicialmente, el estado decidió entrar en el mercado mediante un ETF regulado y pospuso la autocustodia de los activos. Para esta segunda fase, será necesario desarrollar infraestructura técnica, esquemas de seguridad, almacenamiento en frío y auditorías públicas.

Por otro lado, a nivel federal, la Casa Blanca avanza con la creación de una reserva estratégica nacional de Bitcoin, respaldada por activos incautados judicialmente. Esto refuerza la percepción del BTC como un activo financiero a largo plazo.

Lo que puede venir: estados, custodias y regulación

El movimiento de Texas podría servir de referencia para otros estados. Legislaturas de Wyoming, Utah, Oklahoma y New Hampshire ya han investigado proyectos similares, aunque no han realizado compras oficiales hasta ahora. Si la experiencia de Texas se desarrolla sin problemas y recibe apoyo político, podríamos ver una ola de iniciativas parecidas en otros lugares.

Un elemento clave será el eventual paso hacia la autocustodia estatal de Bitcoin, que se contempla como la segunda fase del programa. Cuando los activos sean almacenados de forma segura, dejarán de estar en el circuito líquido del mercado, reforzando la visión del BTC como una reserva estratégica a largo plazo. Este avance será seguido de cerca tanto por la industria como por analistas.

A su vez, el crecimiento de las reservas estatales abrirá nuevas discusiones en Washington sobre la contabilidad de los criptoactivos en balances públicos y la regulación entre gobiernos estatales y federales.

Qué implica para Bitcoin

La decisión de Texas suma un capítulo fundamental en la institucionalización del mercado cripto: por primera vez, un estado incorpora Bitcoin a su cartera con un horizonte de inversión a largo plazo y bajo normas regulatorias claras. Este movimiento mueve a Bitcoin de ser visto solo como un activo especulativo a ocupar un lugar paralelo a las reservas estratégicas tradicionales.

Estados Unidos ya es el mayor tenedor gubernamental de Bitcoin del mundo gracias a las incautaciones judiciales. La reserva federal y la texana son modelos que podrían replicarse en otros gobiernos locales o regionales.

Si Texas expande sus tenencias y otros estados adoptan un camino similar, la narrativa de Bitcoin como un activo estratégico institucional podría fortalecerse considerablemente. Aunque este dato no impacta de inmediato en el precio, sí introduce un nuevo tipo de comprador en el mercado, con una perspectiva temporal de décadas y capacidad de escalar.

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