El juez federal de Rosario, Marcelo Bailaque, no se presentó ante el Consejo de la Magistratura, eligiendo presentar un descargo por escrito. Este acto se realizó en el contexto de una convocatoria a la Comisión de Acusación, donde se le requería su presencia, comparándose con una indagatoria judicial. La decisión del Gobierno sobre su posible renuncia está en manos del Ministerio de Justicia.
Bailaque se defiende en su escrito, afirmando que cada una de mis decisiones jurisdiccionales fue adoptada conforme a derecho, asegurando que actuó dentro del marco de autonomía e independencia que garantiza la Constitución Nacional a los magistrados. La próxima reunión de la Comisión está programada para el jueves 19, donde se discutirá su situación.
Reunión de la Comisión y Posibles Resultados
Durante la reunión, se podría firmar un dictamen que recomiende el juicio político a Bailaque, el cual necesitaría ser aprobado por el plenario del Consejo. Si el Gobierno acepta la renuncia del juez, el proceso se interrumpiría. En este contexto, es importante destacar que Bailaque rechaza todas las acusaciones, especialmente aquellas que lo vinculan con el narcotráfico en Rosario, específicamente con Esteban Alvarado, un reconocido narcotraficante.
A finales de abril, la Justicia de Rosario ordenó la prisión preventiva del juez, aunque esta medida no se llevó a cabo. Posteriormente, la Cámara Federal le concedió prisión domiciliaria. Si la renuncia es rechazada, Bailaque continuará bajo investigación, y el proceso disciplinario avanzará hasta el Jury de Enjuiciamiento.
Implicaciones para el Sistema Judicial
La situación actual de Bailaque refleja tensiones dentro del sistema judicial y las posibles implicaciones de su defensa en el Consejo de la Magistratura. Este caso destaca la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en el ámbito judicial, así como el impacto que estos procesos pueden tener en la percepción pública de la justicia en Argentina.
Las decisiones que se tomen en los próximos días serán cruciales no solo para el futuro de Bailaque, sino también para la confianza en las instituciones judiciales. La comunidad espera un desenlace que garantice la integridad del sistema y respete los derechos de todos los involucrados.
Invitamos a todos a mantenerse informados sobre el desarrollo de este caso y sus repercusiones en el ámbito judicial argentino. La situación de Bailaque es un recordatorio de la necesidad de un sistema de justicia sólido y transparente.
