Se amplía el sistema de cobro inteligente y adiós a peajes en 2026
Las cabinas de peaje en las autopistas de la Ciudad de Buenos Aires están en su cuenta regresiva. A partir de mayo o junio de 2026, se quitarán las últimas 12 que siguen en pie, todas ubicadas en la autopista Dellepiane. A partir de entonces, solo se podrá transitar utilizando el sistema de telepase, sin opción de pagar en efectivo.
Este cambio forma parte de una modernización tecnológica impulsada por la empresa que administra las autopistas porteñas. Este año, exactamente 45 años después de que se inaugurara la autopista Perito Moreno durante la gestión del intendente militar Osvaldo Cacciatore, se levantaron las cabinas de peaje de la estación Avellaneda, dándole paso al sistema “free flow”, una tecnología innovadora en nuestro país.
El sistema “free flow” permite abonar el peaje de manera automática con el tag de telepase, sin necesidad de detenerse en cabinas ni enfrentarse a barreras. Esta modalidad se implementó por primera vez en 2019 en el Paseo del Bajo, una vía de 7 kilómetros que conecta el sur con el norte de la ciudad.
La evolución del telepase
La llegada de la pandemia aceleró el uso del telepase. Antes, las operaciones de cobro eran bastante equilibradas, pero desde 2020, la demanda del sistema automático pasó de un 50% a un 70%. Alejandro Molina, gerente de sistemas de AUSA, comentó que esta tendencia se hizo evidente en una reciente conferencia de prensa.
En 2023, se instaló un pórtico automático en Palermo que reemplazó 30 cabinas de peaje en la autopista Illia, reubicando a cerca de 100 empleados que trabajaban en esas estaciones. Este proceso de modernización no solo eliminó cabinas, sino que también generó nuevas oportunidades de trabajo en áreas como seguridad vial, atención al cliente y más.
Reubicación y nuevos desafíos
A medida que el sistema de telepase se ampliaba, también se planteó el desafío de reubicar a los trabajadores que solían estar en cabinas. En 2017, había alrededor de 600 cajeros, pero hoy esa cifra se ha reducido a 150. Molina destacó que el mayor reto fue lograr esta transición sin despedir a nadie, lo que resultó en un proceso de reconversión.
Los empleados también tuvieron la oportunidad de asumir roles en tareas operativas que antes estaban tercerizadas, como mantenimiento de infraestructura. Sin embargo, la automatización no es infalible. Hay un margen de error de menos del 1% que requiere intervención de 23 validadores que se encargan de resolver controversias.
AUSA, como empresa del Gobierno de la Ciudad, no busca ganancias, sino mantener y desarrollar el sistema de autopistas. Por cada 100 pesos que recauda, dedica 40 a su operación, buscando siempre un equilibrio presupuestario. El resto se utiliza en inversiones y mantenimiento de tramos donde no se cobra peaje.
Ventajas del sistema “free flow”
Los funcionarios de AUSA resaltan que el sistema “free flow” no solo ofrece beneficios económicos, sino también ambientales y de seguridad vial. Por ejemplo, utiliza solo el 20% de la energía que requería la antigua estación de peaje de Parque Avellaneda y ayuda a reducir la emisión de gases equivalentes a 540 árboles al año.
Además, se estima que un usuario que transitaba por la autopista Perito Moreno puede ahorrar hasta 36 horas al año al no tener que detenerse en peajes. Gracias a estos logros, la meta de AUSA es continuar expandiendo el uso del telepase, que hoy representa casi el 97% de su facturación.
Mirando hacia el futuro
En el horizonte, AUSA planea avanzar hacia un sistema de autopistas “smart flow”, integrando Inteligencia Artificial. Esto permitirá que las cámaras no solo monitoreen el tráfico, sino que también identifiquen siniestros y automaticen la respuesta de asistencia, mejorando así los tiempos de reacción en emergencias.
El proceso de incorporación de estas tecnologías será gradual. Ya se están realizando gestiones para la compra de equipos y software, con expectativas de que el sistema esté en funcionamiento hacia 2027.