Scott Bessent y el FMI: protocolos para el día después

El ministro Luis Caputo aseguró que no habrá cambios significativos en las bandas del dólar el lunes. Hizo esta afirmación en su intervención en la Bolsa de Comercio de Córdoba y, honestamente, parece un poco extraño pensarlo de esa manera. En un momento en que el Gobierno y todos nosotros estamos atravesando una corrida cambiaria histórica, es difícil imaginar a Caputo en su oficina tomando decisiones sin compartirlas con la gente.

El tipo de cambio mayorista oficial está casi estancado, con un leve aumento que lo mantiene justo en el límite superior de la banda. Este nivel se sitúa alrededor de $1.492. Del otro lado, solo hay incertidumbre. En ese pequeño espacio se encuentran los inversores, aquellos que atesoran, que buscan lucro, y los que especulan a la espera de que suceda algo.

Pero no podemos olvidar que también están en la escena el Gobierno y su equipo económico, que están al tanto de todo. Además, hay organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que están prometiendo, de alguna manera mágica, que los dólares destinados a cierto uso podrán fluir para la recompra de deuda en el mercado secundario. Curiosamente, incluso el presidente de J.P. Morgan, Jamie Dimon, llegó en un vuelo privado a involucrarse en esta conversación.

En este ambiente, el secretario Scott Bessent está observando cada movimiento con un enfoque minucioso. Gracias a su gestión, tanto el Gobierno como el FMI están discutiendo, sin apuros evidentes, las proyecciones electorales para el próximo domingo. También están diseñando un protocolo de contención para lo que llamamos el “día después”, el famoso 27-0.

Aunque no hay información confirmada, se estima que el Tesoro estadounidense podría haber invertido ya unos u$s1.500 millones en pesos argentinos, y se prevé que esta cifra podría llegar a u$s2.000 millones en esta vorágine preelectoral. Eso sin contar los otros u$s2.000 millones que provendrían del Tesoro argentino.

Sin embargo, las preguntas sobre el futuro de nuestra economía siguen circulando. ¿Será posible una reactivación económica con el programa actual? ¿Hasta dónde sostendrá el apoyo de Estados Unidos?

Los bonos argentinos están ofreciendo rendimientos del 20% en dólares, pero, curiosamente, los compradores son difíciles de encontrar, a pesar de las promesas de pago que se hacen para el futuro.

Por un lado, el Gobierno está apostando a un resultado equilibrado en las elecciones, es decir, buscando un apoyo de 33 a 35%. Si logran avanzar más allá de esta meta, desde la Casa Rosada creen que podríamos despertar un lunes con menos tensiones y empezar a ver una especie de desdolarización en el ambiente.

En este contexto, hay quienes piensan que el experto trader en monedas, Scott Bessent, podría dar un giro al peso argentino, haciéndolo más fuerte y a la vez provocando pérdidas para algunos que apoyan una perspectiva más americana.

Por otro lado, están los que creen que un resultado aislante podría dar paso a un reseteo político, lo que inevitablemente significaría revisar la política monetaria y cambiaria. Y no olvidemos a los que piensan que cualquier resultado llevará a la tan ansiada flotación del dólar, siempre bajo la mirada de figuras influyentes en Estados Unidos.

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