San Miguel amplía plazos de deuda y FIX ajusta calificación

San Miguel, un jugador clave en la exportación de limones del hemisferio sur, está tomando medidas para darle un respiro financiero a corto y mediano plazo. En medio de un contexto complicado por un elevado endeudamiento y una presión constante en la cobertura de intereses, la empresa anunció una reestructuración parcial de su deuda.

La compañía lanzó un canje de Obligaciones Negociables con el fin de extender los vencimientos por hasta u$s120 millones. Esto se hará mediante la emisión de nuevas ON Serie XIII, dentro de un programa global de hasta u$s250 millones. Esta movida no es solo técnica, sino que busca refinanciar pasivos que vencen entre 2025 y 2026. Sin embargo, el éxito del canje depende de que al menos el 70% de los tenedores de los títulos se adhieran al plan.

Baja de calificación y advertencias de FIX

Paralelamente al anuncio del canje, FIX SCR redujo la calificación de largo plazo de San Miguel y de sus Obligaciones Negociables a BBB-(arg) desde BBB+(arg). Esta calificación se aplicará también a las nuevas ON Serie XIII, que se encuentran bajo Rating Watch Negativo. Además, la calificación de corto plazo se ajustó a A3(arg) y la de sus acciones a Categoría 2.

Según la calificadora, esta decisión obedece a varios factores, incluyendo un alto nivel de apalancamiento y una sólida dependencia del éxito del canje. También se nota que el acceso a financiamiento bancario está condicionado por la necesidad de garantías. Si no hay un acuerdo con los tenedores o si las condiciones de financiamiento empeoran, podríamos ver nuevas bajas de calificación.

Hasta octubre de 2025, la deuda neta de San Miguel llegaba a u$s264 millones, lo que incluye un préstamo convertible de u$s15 millones de accionistas. Al mismo tiempo, el patrimonio se redujo a aproximadamente u$s50 millones. La situación es delicada, ya que la cobertura de intereses sigue ajustada, con un EBITDA que apenas cubre 0,4 veces los gastos financieros.

Aun en un escenario optimista de canje exitoso, se estima que la compañía enfrentará pagos mínimos de u$s12 millones a través de líneas bancarias y necesitará refinanciar alrededor de u$s70 millones en vencimientos financieros para 2026. Esto es un riesgo considerable, aunque desde FIX lo consideran menor.

A pesar de esta situación financiera frágil, se destaca la posición estratégica de San Miguel en el mercado global de limones. Actualmente, la empresa procesa cerca del 18% del limón a nivel mundial y aproximadamente el 80% de sus ingresos provienen de las exportaciones, dándole un perfil completamente dolarizado.

En los últimos años, San Miguel ha dado un giro hacia el sector de ingredientes naturales, centrando esfuerzos en jugos, aceites esenciales y derivados industriales. Este cambio busca ofrecer mayor previsibilidad mediante contratos a largo plazo con clientes de buena solvencia, al mismo tiempo que disminuye las necesidades de capital de trabajo.

Además, han iniciado operaciones en nuevas plantas industriales en Uruguay y Sudáfrica, con financiamiento ya acordado. Estas iniciativas están comenzando a generar nuevos contratos, con la expectativa de mejorar la eficiencia y escalar operaciones en los próximos años.

Márgenes ajustados y recuperación a mediano plazo

La calificación de FIX indica que San Miguel alcanzó un EBITDA de u$s13,4 millones hasta septiembre de 2025, y proyecta cerrar el ejercicio alrededor de u$s16 millones, con intereses financieros que rondan los u$s30 millones. Mirando hacia el futuro, la firma estima una recuperación gradual de márgenes, con un EBITDA que podría superar los u$s40 millones para 2027, apoyado en mejores precios del jugo y una mayor eficiencia operativa.

Un aspecto clave es el respaldo sostenido de los accionistas, quienes aportaron más de u$s130 millones en capital y financiamiento entre 2023 y 2025. Esto es fundamental para sostener la operación mientras el nuevo modelo de negocio toma forma.

Así, San Miguel se encuentra en un equilibrio delicado. Aunque el canje de deuda es una herramienta necesaria para organizar vencimientos, el foco seguirá en la capacidad de la empresa para reducir el apalancamiento, mejorar la generación de caja y consolidar una reconfiguración del negocio que aún debe demostrar su efectividad en los números.

Botão Voltar ao topo