Salarios registrados caen un 11% con nuevo IPC de Milei
Los salarios en Argentina siguen enfrentando grandes desafíos, especialmente en el ámbito público. Mientras que en el sector privado los haberes parecen estar estancados desde noviembre de 2023, los empleados públicos han visto pérdidas significativas en su poder adquisitivo, que pueden alcanzar hasta un 20%. Los únicos que muestran signos de recuperación son aquellos que trabajan en la informalidad.
A lo largo de 2025, los salarios registrados han mantenido una línea estable, pero no positiva. Solo en tres meses, como febrero, mayo y julio, hubo aumentos reales. En contraste, los meses de enero, marzo, abril y junio registraron retrocesos. Comparando con el año pasado, los salarios han caído un 5,25% frente a la inflación. Si consideramos la nueva canasta del índice de precios al consumidor, la pérdida real se agrava, alcanzando el 11,2%.
Según la consultora Vectorial, la situación de los primeros siete meses del año revela una dinámica errática sin una clara tendencia de recuperación. Ellos describen esta realidad como un “amesetamiento” de los haberes registrados.
Mientras tanto, el sector privado ha visto una leve pérdida del 0,33% en su poder adquisitivo. En contrapartida, el sector público sufre una caída real considerable del 14%, de acuerdo a los datos del INDEC.
La nueva canasta del IPC, que prioriza el gasto en servicios públicos y reduce el peso de los alimentos, muestra que los empleados públicos enfrentan una reducción del 19,4% en su poder adquisitivo, mientras que los privados pierden aproximadamente un 6,6%. Esto sitúa sus salarios en índices preocupantes de 80,6 y 93,4 puntos, respectivamente.
A pesar de las dificultades en el sector público, hay un rayo de esperanza. El segmento de trabajadores no registrados sigue mostrando una recuperación sostenida. Este grupo ha alcanzado un nuevo máximo en el índice, evidenciando un crecimiento real del 17,8% en comparación con noviembre de 2023. Esto contrasta drásticamente con la situación de los trabajadores registrados, quienes no logran acercarse a una recuperación significativa.
El crecimiento en el sector no registrado parece ser impulsado por una mayor flexibilidad en las remuneraciones y menor exposición a políticas de control salarial. Sin embargo, esta información no siempre es fácil de obtener, ya que se recopila a través de la encuesta permanente de hogares que se publica trimestralmente.
Esta realidad laboral en Argentina deja en evidencia una clara polarización: por un lado, están los trabajadores públicos que enfrentan dificultades severas; en el medio, los trabajadores privados registrados que apenas mantienen su poder adquisitivo; y en la punta, los trabajadores no registrados que han logrado incrementos significativos.