Renuncia de Alberto Baños como subsecretario de derechos humanos
Alberto Baños dejó su cargo como subsecretario de Derechos Humanos, y su renuncia no pasó desapercibida. En medio de críticas, tensiones internas y un ambiente político complicado, Baños decidió dar un paso al costado. Su gestión estuvo marcada por cuestionamientos, sobre todo por su enfoque sobre la última dictadura militar, lo que generó un desgaste notable.
Baños, abogado egresado de la UBA, asumió en julio de 2024 justo cuando el organismo sufría una drástica reducción. La reestructuración había eliminado más del 66% de las direcciones de la Secretaría de Derechos Humanos, llevando al área a un punto crítico. Esto, evidentemente, provocó conflictos con diversas organizaciones de derechos humanos, que no tardaron en manifestar su desaprobación.
Durante su tiempo en el cargo, Baños optó por una postura revisionista sobre los crímenes de la dictadura. En una presentación ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, afirmó que las atrocidades cometidas entre 1976 y 1983 eran “excesos aislados” y no parte de un plan sistemático. Estas declaraciones causaron un fuerte descontento tanto a nivel nacional como internacional y agudizaron la crisis a su alrededor.
Las tensiones políticas detrás de su salida
Las fuentes dentro del Ministerio de Justicia indican que la renuncia de Baños estuvo íntimamente ligada a sus diferencias con el ministro Mariano Cúneo Libarona. Este último exigía un alineamiento más estricto con la política de ajuste promovida por el presidente Javier Milei. Las tensiones se intensificaron con el tiempo, volviéndose insostenible su posición dentro del Ministerio.
Reconfiguración en curso en el Ministerio
Su renuncia no solo marca un cambio de liderazgo; es la segunda salida de alto rango en menos de un año. Esto pone de relieve las fricciones internas en el gabinete en relación con la gestión de los derechos humanos. Es un período de reconfiguración, con un ambiente cargado y una búsqueda de nuevos enfoques.
Lo curioso es que, aunque la renuncia fue presentada como “irrevocable”, no se aclararon los pasos a seguir ni quién tomará su lugar. Además, queda la interrogante de si el Gobierno continuará con más recortes en el área o intentará reparar la relación con las organizaciones afectadas por la gestión de Baños.