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Recuperación del consumo de lácteos en Argentina

Después de un periodo marcado por la caída del poder adquisitivo y la contracción del mercado interno, el consumo de lácteos en Argentina ha comenzado a mostrar signos de recuperación. Según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), las ventas han crecido un 15% interanual en los primeros cuatro meses del año. Este aumento se ha centrado en productos básicos como la leche fluida, el queso cremoso y los yogures económicos, lo que sugiere una primarización del consumo.

Esta mejora en el consumo se produce en un contexto de desaceleración inflacionaria y una leve recomposición del ingreso, lo que ha permitido a las familias volver a incluir productos lácteos en su dieta. Además, las cadenas de supermercados han reactivado promociones y acuerdos de precios con marcas líderes, facilitando el acceso a estos productos esenciales.

Sin embargo, el consumo per cápita permanece muy por debajo de los promedios históricos.

Desafíos persistentes en el consumo per cápita

A pesar de este repunte, el consumo per cápita sigue estando muy por debajo de los promedios históricos. En 2024, cada argentino consumió en promedio 175 litros de productos lácteos al año, cifra que se aleja de los 210 litros que se registraban entre 2005 y 2015. El director del OCLA, Jorge Giraudo, subrayó que aunque la recuperación es positiva, todavía hay problemas estructurales que deben abordarse. Se observa un regreso a los lácteos, pero con un patrón de consumo más restringido, donde la variedad y el valor agregado siguen fuera del alcance de muchos.

Mejora en la producción láctea

La recuperación del consumo también se acompaña de una mejora en la producción de leche cruda, impulsada por condiciones climáticas favorables y una relación de precios adecuada entre la leche y los alimentos concentrados como el maíz y la soja. Según Alejandro Sammartino, director de Infortambo, en los primeros cuatro meses del año, la producción ha crecido casi un 12% en comparación con el año anterior, lo que representa un cambio significativo después de una caída del 6,7% en 2024.

Esta tendencia de recuperación no solo es relevante por su magnitud, sino también por su contraste con el periodo anterior. Se espera que la etapa estacional de mayor producción permita incrementar el volumen disponible para exportación, con la leche en polvo como protagonista en el mercado externo, ofreciendo precios competitivos que benefician a los productores.

Patrón de consumo y limitaciones estructurales

A pesar de la recuperación, el patrón de consumo sigue evidenciando signos de empobrecimiento. Las ventas se concentran principalmente en productos de bajo valor agregado, mientras que la demanda de leches especiales y quesos duros continúa estancada. La informalidad en la cadena comercial, donde más del 35% de los volúmenes circulan sin control sanitario, limita las posibilidades de inversión y mejora tecnológica, afectando especialmente a las pequeñas y medianas usinas lácteas.

Para lograr un crecimiento sostenible en la industria láctea, es fundamental contar con previsibilidad macroeconómica, financiamiento accesible y un entorno normativo favorable tanto para el consumo interno como para las exportaciones. Las ventas al exterior representan actualmente menos del 25% de la producción nacional, lo que podría aumentar si se establecen las condiciones adecuadas.

En resumen, aunque se observan señales de recuperación en el consumo y la producción de lácteos, los desafíos estructurales y económicos persisten. La industria debe adaptarse para consolidar esta tendencia y garantizar un futuro sostenible para el sector lácteo en Argentina.

Rafael Cockell

Administrador, con posgrado en Marketing Digital. Aproximadamente 4 años de experiencia en redacción de contenidos para la web.

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