Recomendación de Luis Caputo: detalles del artículo.

Las especulaciones sobre el futuro del manejo del dólar están en pleno auge. Mientras el Gobierno asegura que no habrá cambios, el mercado ya está poniendo los precios en función de una posible modificación a mediano plazo. Recientemente, el ministro Luis Caputo dejó entrever su postura al recomendar un artículo de Nouriel Roubini, un economista que sabe un par de cosas sobre crisis financieras.

Roubini, famoso por haber pronosticado la crisis de 2008, descarta la idea de dolarización. En cambio, sugiere que se podrían implementar bandas de flotación más amplias para el tipo de cambio. Aunque Federico Sturzenegger fue consultado sobre esto en un foro de negocios, optó por no entrar en detalles.

El aliento que brinda el triunfo electoral le da al Gobierno una oportunidad para solucionar algunos problemas que afectaron la economía recientemente. La falta de liquidez, tasas de interés altas, la caída del crédito y la paralización de la actividad económica son solo algunas de las muchas repercusiones de un contexto que parecía adverso pero que, al parecer, está comenzando a cambiar.

Sin embargo, el mercado continúa reaccionando como si estuviera anticipando una transformación. El dólar se mantiene cerca del límite superior de la banda establecida. La oferta de los exportadores, como se había mencionado, no se esperará hasta principios del año que viene. Si bien la demanda de cobertura ha disminuido, las importaciones y el turismo siguen en pie. La gran pregunta es: ¿cómo actuará el Banco Central si decide empezar a comprar?

El Gobierno insiste en que las bandas cambiarias no se modifican. Caputo expresó, antes del giro electoral, que se siente “cómodo” con un dólar a $1,500. Pero en el mercado hay desconfianza, no solo por el temor a una devaluación, sino por las bases del sistema cambiario.

El intrigante mensaje de Luis Caputo

“Vale la pena leer este oped de Nouriel Roubini”, decía Caputo en su cuenta de X, en referencia a un artículo publicado por el economista en Proyect Syndicate. En su columna, Roubini elogia la gestión de Javier Milei, señalando que el principal problema en Argentina “era de liquidez, no de solvencia”. Destaca también el potencial de reformas radicales y políticas fiscales.

El texto no se queda en lo superficial; aborda el debate crítico que nos atañe: “Es cierto que el régimen cambiario deberá volverse más flexible con el tiempo”, argumenta Roubini. Sin embargo, advierte que “propuestas de un cambio inmediato a un tipo de cambio completamente flotante o a una dolarización total no son prácticas”.

Argumenta que la primera opción podría causar “excesiva volatilidad cambiaria”, especialmente al eliminar controles de capital. En cuanto a la dolarización, menciona que, con las reservas internacionales actuales, no es viable. Además, reconoce que Milei, quien alguna vez coqueteó con la idea de dolarizar, ahora acepta que no hay condiciones para ello.

El dólar y el régimen posible

Roubini también propone que “la mejor alternativa sería un régimen cambiario que permita fluctuaciones dentro de una banda amplia”. Afirma que los objetivos deberían centrarse en mantener un tipo de cambio efectivo nominal y acompañarlo de algún componente monetario para respaldar el crecimiento.

Esto ayudaría a limitar la volatilidad, al mismo tiempo que se asegura que el valor de la moneda se mantenga competitivo y el balance externo positivo. Según él, los flujos de capital que regresen, junto con nuevas inversiones extranjeras directas, podrían contribuir a reponer las reservas de divisas del país, evitando así una apreciación indeseada del peso.

Este martes, durante un foro con empresarios, Sturzenegger fue nuevamente preguntado sobre la cuestión del tipo de cambio. Sin embargo, optó por no entrar en debates sobre la postura de Caputo. Quizás resuena el aprendizaje del mes pasado, cuando, en un día clave donde Milei se reunía con Donald Trump, mencionó que Argentina podría estar encaminándose hacia un régimen de libre flotación.

Botão Voltar ao topo