qué significa la reciente decisión
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó recientemente un decreto que reforma el estatus del cannabis en el país. Esta decisión significa que la marihuana ya no estará en la categoría más restrictiva de la Lista de Sustancias Controladas. Hasta ahora, esta lista incluía drogas consideradas de alto riesgo y sin valor médico reconocido.
Aunque este cambio no legaliza el uso del cannabis para adultos ni despenaliza su consumo general, abre la puerta a la investigación científica con fines médicos a nivel federal. Antes, esta clase de estudios estaba muy limitada por las regulaciones nacionales, quedando bajo la gestión de cada estado.
Impacto en la investigación médica y científica
Trump anunció el cambio desde el Salón Oval de la Casa Blanca, rodeado de pacientes que usan cannabis con propósitos terapéuticos, profesionales de la salud, emprendedores del sector y un veterano militar. El presidente destacó que esta decisión responde a las súplicas de personas que sufren de enfermedades crónicas y dolores severos.
Explicó que la nueva clasificación permitirá avanzar en estudios sobre el uso del cannabis para tratar afecciones complejas, como diferentes tipos de cáncer, trastornos neurológicos y patologías que afectan a adultos mayores.
Cambios en la regulación
El decreto traslada al cannabis de la Lista I, que solo incluye sustancias consideradas extremadamente peligrosas, a la Lista III, que reconoce usos médicos y ofrece un mayor margen para la investigación. Esto significa que universidades y laboratorios podrán realizar estudios clínicos que anteriormente se consideraban ilegales a nivel federal.
Desigualdades en la normativa
Es importante tener en cuenta el contexto dispar que vive Estados Unidos respecto al cannabis. Mientras que estados como California y Colorado permiten tanto el uso medicinal como recreativo, otros mantienen regulaciones más restrictivas, limitando su uso solo a fines terapéuticos. En algunos lugares, las sanciones para usuarios y cultivadores siguen siendo severas.
Consecuencias económicas
Además de lo sanitario, esta reclasificación podría tener repercusiones económicas. Reducir la presión penal sobre el cannabis aliviaría las cargas impositivas para las empresas del sector y facilitaría la apertura de cuentas bancarias relacionadas con esta actividad, apuntaron fuentes oficiales. Sin duda, un cambio que promete mover las piezas en el tablero normativo y económico del país.