Pronóstico 2026: mejores opciones para invertir
El analista financiero Salvador Di Stefano compartió sus expectativas sobre lo que nos depara el futuro, especialmente en lo que concierne al dólar y las tasas de interés para el 2026. En su análisis, Di Stefano destacó que el próximo año podría representar un cambio significativo: después de un 2025 marcado por la incertidumbre política y las especulaciones, se prevé un periodo de mayor tranquilidad en el panorama macroeconómico. Esto, a su vez, facilitaría decisiones más estratégicas en lugar de reacciones impulsivas.
Dólar: ¿qué pasará en 2026?
Di Stefano confía en que no habrá riesgos cambiarios para Argentina el año que viene. A su juicio, el dólar, siempre tan candente en nuestra economía, no debería tener saltos bruscos. Esto permitiría tener previsibilidad, algo tan necesario para quienes ahorran, consumen o invierten.
Para aquellos que actualmente mantienen sus ahorros en dólares, Di Stefano aconseja pensar en invertir ese dinero en lugar de dejarlo parado. Invertir puede ser una buena manera de obtener algo de rentabilidad, especialmente en un contexto donde la estabilidad está en el horizonte.
Tasas e inflación: créditos más accesibles
El pronóstico de Di Stefano no se detiene ahí. También prevé que las tasas de interés se estabilicen. Esto significa que los créditos —desde tarjetas hasta préstamos personales y hipotecarios— podrían volverse más baratos. Una baja en las tasas estimularía no solo el consumo, sino también el crecimiento de la economía en general.
Según su análisis, si el 2026 avanza sin campañas electorales complicadas, se podrían mantener o incluso reducir las tasas de interés. Esto sería clave para facilitar el acceso al crédito y dinamizar tanto el consumo como la producción.
Expectativas para 2026: inversión y empleo
Di Stefano tiene una visión optimista sobre las reformas que podrían implementarse: una modernización laboral, posibles privatizaciones y cambios estructurales que no solo generarían empleo, sino que también atraerían inversiones productivas.
Recomienda prestar atención a los bonos nacionales, como el bono 2029, que se presentan como una alternativa de inversión interesante. Según él, ofrecen una rentabilidad atractiva en dólares y cuentan con ventajas fiscales, como la exención de impuestos sobre Bienes Personales y Ganancias.
Con la implementación de estos cambios, se podría activar nuevamente la economía en un clima menos turbulento que el de 2025. Se espera un panorama más positivo para la inversión, el consumo y el crédito, lo que resultarían en una mejora notable en nuestras condiciones económicas.