por qué se conmemora el Día del Ciclista el 5 de diciembre

Las historias que han dado forma al ciclismo argentino no siempre están documentadas en libros, pero hay relatos que permanecen en la memoria colectiva gracias al esfuerzo y la determinación de figuras como Remigio Saavedra. Este mendocino no solo ha dedicado su vida al deporte, sino que también ha creado una tradición que aún resuena entre los aficionados.

Cada 5 de diciembre, recordamos un momento que catapultó a Saavedra como un verdadero símbolo nacional. Su vida estuvo llena de retos difíciles, demostrando que la resistencia y la dedicación pueden transformar a un simple ciclista en una leyenda inigualable.

La historia de Remigio Saavedra

Remigio Saavedra nació en Godoy Cruz en 1911. Desde su niñez, destacó en las competencias de ruta de la región cuyana. En los años 20 y 30, comenzó a participar en pruebas largas y exigentes, donde su ritmo sostenido llamó la atención. Era capaz de completar recorridos que muchos se atrevían a soñar.

Se hizo conocido en carreras que conectaban ciudades distantes, como Mendoza a San Juan o San Luis. Estas competencias, muy valoradas en su época, lo posicionaron entre los ciclistas más resistentes del país. Poco a poco, su nombre comenzó a resonar en eventos nacionales, ganando el respeto tanto de competidores como de organizadores.

Con el paso del tiempo, Saavedra se convirtió en un referente del ciclismo de larga distancia en Argentina. Su prestigio fue consolidado no solo por las competiciones que disputó, sino también por cómo abordaba cada desafío, siempre buscando superar sus propias marcas y enfrentándose a rutas que otros consideraban demasiado difíciles.

El hombre que marcó el ciclismo en Argentina: la hazaña que sorprendió a todos

El momento que hizo inmortal a Saavedra ocurrió en 1943, cuando decidió unir Mendoza con Buenos Aires en bicicleta, pedaleando sin detenerse mucho. Completó más de mil kilómetros en un solo trayecto, lo que impactó a otros ciclistas profesionales acostumbrados a desafíos, pero no a uno de tal magnitud.

Cuarenta años más tarde, en 1983, con más de setenta años, repitió el recorrido. Esta vez lo hizo como homenaje a su propia carrera, además de para crear conciencia sobre los riesgos del tabaquismo. La imagen de aquel ciclista veterano llegando nuevamente a Buenos Aires quedó grabada para siempre, asociándose de manera inevitable al 5 de diciembre.

Por esa razón, se decidió que esta fecha se celebrara como el Día del Ciclista en Argentina. Es un reconocimiento a un hombre cuya determinación y disciplina dejaron una huella profunda. La celebración no solo conmemora sus hazañas históricas, sino también el legado que ha inspirado a generaciones de atletas, acompañándolo de un mensaje significativo y noble.

Botão Voltar ao topo