¿Por qué Donald Trump dejó a Rusia fuera de los nuevos aranceles?
La decisión de excluir a Rusia de los nuevos aranceles impuestos por Donald Trump despierta interrogantes en el contexto de las tensiones internacionales y la guerra comercial. Mientras Trump refuerza su postura con gravámenes a numerosos países, la ausencia de Rusia en esta lista ha llevado a especulaciones sobre sus verdaderas motivaciones y estrategias diplomáticas.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, justificó la exclusión al afirmar que el comercio entre Estados Unidos y Rusia prácticamente se ha detenido desde las sanciones impuestas tras la invasión a Ucrania en 2022. Sin embargo, datos oficiales revelan que en 2024 Rusia exportó bienes por aproximadamente u$s3.000 millones a EE.UU., incluyendo fertilizantes y platino, superando a países como Laos y Fiyi, que sí fueron sancionados.

Un Contexto de Tensión y Estrategia Diplomática
La exclusión de Rusia cobra relevancia en el contexto de las recientes amenazas de Trump de imponer aranceles a los compradores de petróleo ruso si Vladimir Putin no accede a negociar un alto al fuego en Ucrania. Analistas sugieren que Trump podría estar utilizando las sanciones como moneda de cambio en sus negociaciones con el Kremlin, evitando una escalada del conflicto mientras se llevan a cabo las conversaciones.
Alexandra Prokopenko, exfuncionaria del Banco Central ruso, opina que esta decisión parece política, indicando que Trump busca mantener un canal de diálogo abierto con Rusia. Otro factor importante es que Rusia se ha convertido en el tercer mayor proveedor de fertilizantes a EE.UU., y su volumen de exportaciones ha aumentado. Esto sugiere que el expresidente podría estar intentando estabilizar los costos de insumos estratégicos para proteger a los agricultores estadounidenses de los efectos de sus propias políticas comerciales.
Contradicciones en la Política Arancelaria
La lógica detrás de la política arancelaria de Trump también genera dudas. Por ejemplo, se impuso un impuesto del 10% a las importaciones desde Irán, que es inferior al de Israel, un aliado histórico de EE.UU. Esto refuerza la percepción de que los aranceles son utilizados como herramienta de presión diplomática más que como un simple mecanismo de protección económica.
Mientras el comercio global se reconfigura ante estas nuevas reglas, la excepción rusa sigue generando preguntas. ¿Es esta una estrategia para futuras negociaciones o simplemente un interés comercial? Por ahora, Rusia logra evadir un nuevo golpe económico en un contexto de creciente tensión con Occidente.