En medio de una crisis ambiental y social creciente, el movimiento B ha lanzado nuevos estándares para la Certificación de Empresas B, con el objetivo de impulsar a las empresas a abordar de manera efectiva los problemas más críticos que enfrenta el mundo. La crisis global requiere altas exigencias, y la comunidad de empresas B no puede quedarse a mitad de camino, afirma Marina Arias, directora Ejecutiva de Sistema B Argentina.
Los nuevos estándares ofrecen a las empresas una guía clara sobre cómo pueden adoptar acciones significativas frente a desafíos sociales y ambientales. Esta iniciativa busca que las Empresas B lideren el camino hacia un futuro más sostenible, elevando la vara para todas las organizaciones alrededor del mundo.
Detalles de los Nuevos Estándares
Con casi 10.000 Empresas B en 102 países, estos nuevos estándares son la séptima versión desde la fundación de B Lab. Se abandonó el sistema de puntuación acumulativa para establecer la gestión integral del impacto como una condición excluyente para alcanzar la certificación. Ahora, las empresas deben cumplir con altos estándares de desempeño en siete áreas críticas que incluyen:
- Gobernanza de las Partes Interesadas y Propósito: Actuar de acuerdo con un propósito definido e integrar la gobernanza en la toma de decisiones.
- Acción Climática: Desarrollar un plan de acción para limitar el calentamiento global.
- Derechos Humanos: Tomar medidas para prevenir y mitigar impactos negativos en los derechos humanos.
- Trabajo Justo: Proporcionar empleos de calidad y mantener culturas laborales positivas.
- Circularidad y Gestión Ambiental: Minimizar el impacto ambiental en operaciones y cadena de valor.
- Justicia, Equidad, Diversidad e Inclusión: Fomentar ambientes laborales inclusivos y contribuir a comunidades justas.
- Asuntos Gubernamentales y Acción Colectiva: Participar en esfuerzos para impulsar cambios sistémicos y abogar por políticas que generen resultados positivos.
Un Cambio Necesario en el Paradigma Empresarial
Marina Arias destaca la importancia de un cambio de paradigma en la economía. Cualquier empresa puede transformarse en una Empresa B, pero debe manifestar la voluntad de hacerlo, explica. La certificación, que ahora se revisará cada tres años, plantea un reto considerable, ya que las empresas deberán demostrar mejoras continuas.
Las empresas que buscan certificar o recertificar a partir de 2026 deberán cumplir con estos nuevos estándares. Aunque algunos podrían temer que estos requisitos altos lleven a una reducción en el número de Empresas B, Arias enfatiza que el objetivo es generar un cambio profundo y duradero en la forma en que las empresas operan.
El Futuro de las Empresas B
El movimiento B no solo busca que las empresas obtengan un sello, sino que promueve un cambio real en la forma en que los negocios interactúan con la sociedad y el medio ambiente. La transparencia y el compromiso con prácticas sostenibles son esenciales para enfrentar los desafíos del futuro.
Con estos nuevos estándares, se espera que las Empresas B no solo sean un ejemplo a seguir, sino que también actúen como faros que guíen a otras organizaciones hacia un impacto positivo significativo. La comunidad empresarial está llamada a seguir avanzando en esta dirección, impulsando un cambio que beneficie tanto a las personas como al planeta.
Es fundamental que la sociedad apoye y participe en este movimiento, promoviendo un futuro más sostenible y equitativo. ¡Infórmate y sé parte de esta transformación!
