Nerviosismo y decisiones empresariales ante la contienda electoral

La situación en el ámbito industrial argentino está cada vez más complicada. Desde la Unión Industrial Argentina, se menciona un aumento del nerviosismo en los encuentros de la Junta Directiva. Antes, muchos sectores no se arriesgaban a alzar la voz, pero hoy, eso ha cambiado. El panorama no es alentador; el consumo no repunta como se esperaba y eso afecta a las empresas. Un empresario ilustra la situación: “Primero te preocupás, después ajustás y, finalmente, te empezás a poner nervioso”.

Sectores como la indumentaria y el calzado están pasando por momentos difíciles, y la situación se vuelve más grave en áreas como la metalurgia o el mobiliario. Un emprendedor de Mar del Plata menciona que una marca conocida de sweaters está produciendo prendas de calidad inferior solo para cubrir costos.

Mejoras leves en consumo, pero con reservas

El sector de consumo masivo también siente el impacto de la economía. Según datos de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), en el primer semestre de 2025, las ventas minoristas de alimentos y bebidas crecieron un 4,1% interanual, aunque siguen por debajo de la mayoría de los años anteriores, excepto 2019.

Mirando más a fondo, el sector de alimentos tuvo un repunte más notable, con un +2,2% interanual, mientras que el de bebidas enfrenta dificultades, mostrando una caída del -4,1% interanual. Proveedores de agua embotellada, por ejemplo, informan que sus ventas bajaron un 25% en un año.

Alarma por la llegada de importaciones

Un desafío adicional es la apertura importadora, que está transformando el panorama productivo. Cada vez más proveedores se encuentran en una situación precaria, con el riesgo de desaparecer. La entrada de productos importados es un tema preocupante para el sector industrial. Curiosamente, a nivel gubernamental se dice que el futuro del país debería enfocarse en el desarrollo empresarial.

En un almuerzo en una fábrica de Almirante Brown, un funcionario del área de Industria y Comercio compartió que el porvenir de Argentina está en juego. Sin embargo, pocos minutos después, se mencionó la caída en ventas y el aumento de importaciones desde China, lo que complica aún más la situación para los productos locales.

Expectativas económicas en declive

El economista Haroldo Montagu, de la consultora Vectorial, señala que la caída de las expectativas también afecta la actividad económica. Según él, los empresarios toman decisiones basadas en la demanda, y actualmente ese motor está apagado. El principal motor para los empresarios son las expectativas de crecimiento; al no existiren, la inestabilidad financiera y las subas de tasas terminan impactando en sus decisiones.

Montagu resalta que el crecimiento que se observó en el primer semestre de 2025, con un promedio del 6,2% anual, se debió, en parte, a que la base de comparación fue muy baja tras las políticas del gobierno de Milei. Anticipa que, para el segundo semestre, se prevé un panorama más complicado, con tasas cercanas al 3% anual y un posible crecimiento del 4-4,5%, por debajo de las proyecciones del FMI.

Perspectivas legislativas y reforma laboral

A pesar de los reveses electorales, el oficialismo sigue esperanzado en avances tras los comicios de octubre, enfocándose en reformas laborales. Según un miembro de un consejo consultivo, hay un interés en profundizar el espíritu de un decreto reciente, contando con el apoyo de sindicatos. Sin embargo, los empresarios muestran cuidado ante la posibilidad de que esto desencadene nuevos conflictos sociales.

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