Negociación con el FMI tras elecciones de octubre, según economistas

Mientras el mercado sigue procesando la derrota electoral de La Libertad Avanza en Buenos Aires, varios economistas han señalado que el Gobierno probablemente mantendrá su rumbo económico hasta las elecciones de octubre. A partir de entonces, sugieren que será necesario realizar ajustes en la política monetaria y cambiaria, lo que implicaría renegociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El economista Francisco Ritorto, de ACM, comentó que la línea oficial por ahora es la de continuidad. No se espera un giro brusco en la política económica, aunque podrían haber cambios políticos o en el gabinete. Sin embargo, subrayó que el escenario ha cambiado. La diferencia en la votación fue mayor a lo que muchos anticipaban, lo que está ejerciendo presión sobre el tipo de cambio.

Ritorto también indicó que, después de octubre, lo más importante no es tanto cambiar de rumbo, sino ganar margen político para sostener lo que hay. A nivel económico, es probable que el Gobierno necesite ser más flexible con el tipo de cambio y asegurar financiamiento en pesos. Si no, se corre el riesgo de que el ancla fiscal pierda efectividad, especialmente con tasas de interés tan altas, reservas presionadas y un panorama político que encarece todo.

El poder de fuego del Gobierno

Eidner, otra economista, considera que el esquema actual es sostenible hasta las elecciones porque el Banco Central tiene un poder de fuego considerable. Se estima que el Central cuenta con 20,000 millones de dólares en reservas líquidas. Con esta cantidad, podrían intervenir para defender el tipo de cambio si es necesario.

Ritorto menciona que las reservas serían similares, pero su uso dependerá de cuánto estén dispuestos a sacrificar para mantener la situación actual. Además, el Tesoro tiene fondos en moneda extranjera que rondan 1,200 millones de dólares, aunque casi todo ese monto vence antes de octubre, limitando su capacidad de intervención.

La economista de Schweber también añadió que hay margen para intervenir en futuros, limitados a 9,000 millones de dólares. Actualmente, se estima que están vendidos aproximadamente 5,800 millones de dólares.

El analista de ACM subrayó que otro recurso del Gobierno es la tasa de interés. Si bien se ha visto que el tipo de cambio se contuvo tras aumentos de tasas, la tasa de referencia está en máximos en tres décadas. Subirla aún más puede no tener un impacto significativo en el dólar, aunque puede ayudar a retener pesos en el mercado.

Las correcciones para hacer y la negociación con el FMI

El director de Epyca, Martín Kalos, comentó que el Gobierno necesita acumular reservas. Dijo que, al no hacerlo y apuntar a lo contrario, se llegó a un aumento del dólar en julio y agosto que podría haberse manejado más tranquilamente en meses anteriores. Antes de las elecciones, se gastaron cientos de millones diarios para contener un dólar que el mercado considera excesivamente barato.

Kalos enfatizó que esto, junto a las intervenciones en futuros y el aumento de la tasa de interés, contrasta con la necesidad de corregir la situación. Propuso que esto implica sincerar el tipo de cambio, ya que el valor de equilibrio del mercado es más alto de lo que el Gobierno desea. Esto también requeriría una negociación con el FMI, dado que establecieron un techo muy bajo.

Ritorto coincidió en que sería lógico esperar algún ajuste en la política cambiaria y monetaria. Aunque el mensaje oficial es de continuidad, el desafío es cuánto puede el Banco Central sostener esta estrategia sin poner en riesgo su balance, que es clave para el nuevo acuerdo con el FMI.

Eidner agregó que, tras las elecciones, podrían ser necesarios retoques con el respaldo del FMI, como aumentar el techo de la banda cambiaria.

Las tasas y la economía real

Eidner también reconoció que puede ser necesario hacer algo con la tasa de interés, pues quedó muy alta en términos reales, lo que afecta a la economía.

Kalos subrayó la importancia de bajar las tasas y corregir el precio del dólar para no ahogar a la producción nacional con un dólar sobrevaluado. Luego de eso, es esencial discutir una política productiva, algo que este Gobierno no ha abordado. A su juicio, la única medida productiva del gobierno de Milei ha sido el RIGI, centrada en grandes empresas con capacidad de hacer inversiones significativas. Sin embargo, dudó de que el Gobierno de Milei tenga la habilidad o el deseo de implementar una política productiva, aunque sugirió que al menos podrían corregir variables macroeconómicas.

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