Morselli, sorpresas y las firmas elegidas por el diseñador
El 4 de septiembre, a los 91 años, falleció Giorgio Armani, dejando a la industria de la moda sin una de sus figuras más emblemáticas. Su partida no solo impactó a los amantes de la moda, sino que también destapó un meticuloso plan sucesorio que reflejaba su visión detallada sobre el futuro de su legado. Armani, conocido por su estilo único y su influencia en la elegancia italiana, no dejó nada al azar: se ocupó de todo, desde la continuidad de su marca hasta el destino de sus bienes más preciados.
Entre los nombres que surgieron en su testamento, hubo uno que sorprendió a muchos: Michele Morselli, un hombre de 42 años con un rol crucial en su vida, aunque alejado del mundo de la moda. Morselli, quien ha sido su amigo y aliado, se convirtió en un personaje central de esta historia de herencias.
Con un imperio valorado en más de 12.000 millones de euros, Armani dejó un legado muy bien estructurado. Escribió dos testamentos a mano, en los que brindó instrucciones claras sobre cómo debía administrarse su herencia. Su legado no solo abarca a su marca, sino también a conexiones estratégicas con gigantes del lujo y la cosmética: LVMH, EssilorLuxottica y L’Oréal están entre los interesados en tener una parte de su empresa.
El estratégico testamento de Armani y la figura de Morselli
Uno de los detalles más destacados fue la asignación a Morselli, quien además dirige Immobiliare srl, la rama del grupo enfocada en bienes raíces. Armani le dejó la impresionante suma de 60 millones de euros en acciones, bonos y propiedades personales, incluidos coches clásicos y el acceso a su yate bajo ciertas condiciones. A pesar de no tener experiencia en moda, Morselli ha sido una pieza clave en la administración de las residencias exclusivas de Armani en lugares como Saint-Tropez y Nueva York.
Según informes de medios italianos, Armani también le transfirió a Morselli 100.000 acciones de EssilorLuxottica, valoradas en más de 26 millones de euros, y bonos del gobierno por cerca de 32 millones. Sumando todo, el patrimonio de Morselli podría ascender a casi 300 millones de euros.
Más allá de estas sorpresas personales, su testamento refleja la obsesión de Armani por mantener la independencia de su marca. En 2016, estableció la Fundación Giorgio Armani, destinada a proteger la filosofía de su casa de moda. Este consejo de administración incluye a su familia y socios de confianza, con cláusulas que prohíben salir a bolsa en al menos cinco años tras su muerte.
Las firmas que Armani eligió para fusionarse
Con el futuro del grupo en juego, hay mucha expectativa. Entre LVMH, EssilorLuxottica y L’Oréal, el elegido tendrá la oportunidad de adquirir entre el 30% y el 54,9% del conglomerado, que incluye alta costura, hoteles de lujo, perfumes y hasta el histórico club de básquet Olimpia Milano. De hecho, Bernard Arnault, presidente de LVMH, se mostró “honrado” de que Armani haya considerado a su empresa como posible socio en este nuevo capítulo.