Morgan Freeman repudia el uso no autorizado de su voz con IA
La cuestión de la inteligencia artificial ha estado en el centro de la conversación en Hollywood últimamente. Actores y guionistas expresan sus preocupaciones sobre el uso de sus voces y trabajos sin permiso. En medio de este debate, Morgan Freeman, el reconocido actor de 88 años, ha alzado la voz, mostrando su descontento con la situación.
Freeman compartió sus sentimientos al respecto en una charla con The Guardian. Le preocupa que su voz sea utilizada por tecnologías de IA sin su consentimiento. “Estoy un poco molesto, ¿sabes?”, comentó. “Soy como cualquier otro actor: no me imiten con falsedad. No lo aprecio y me pagan por hacer cosas así, así que si lo van a hacer sin mí, me están robando”.
Además, el protagonista de Now You See Me: Now You Don’t reveló que sus abogados están ocupados tratando de eliminar los usos no autorizados de su voz generada por inteligencia artificial. “He encontrado bastantes casos”, comentó, lo que indica que este problema es más común de lo que parece.
El enojo de Morgan Freeman por el uso de su voz sin su autorización
Este no es el primer comentario de Freeman sobre el tema. En junio de 2024, utilizó X para agradecer a sus seguidores, quienes han estado atentos a las imitaciones de su voz creadas por IA. “Gracias a mis increíbles fans por su vigilancia y apoyo al denunciar el uso no autorizado de una voz de IA que me imita”, escribió. Sus palabras subrayan la importancia de la autenticidad y la integridad en la industria del entretenimiento.
Por otro lado, la inteligencia artificial ha sido un tema candente en Hollywood, especialmente después de que el sindicato de actores SAG-AFTRA se manifestara en septiembre contra el uso de personajes generados por computadora. Un caso relevante es el de Tilly Norwood, una actriz digital que ha suscitado controversia.
SAG-AFTRA dejó en claro que “Tilly Norwood no es una actriz, es un personaje generado por un programa informático entrenado con el trabajo de innumerables artistas profesionales, sin permiso ni compensación”. La organización argumentó que esto no solo desvirtúa el trabajo de los actores, sino que también pone en riesgo sus empleos y el valor del arte humano.
El debate alrededor de la inteligencia artificial continúa, y figuras como Freeman están en la primera línea, defendiendo la autenticidad en un mundo donde las líneas entre lo humano y lo digital se difuminan cada vez más.