Molinos detienen entrega de pedidos tras las elecciones
En los últimos días, la situación para los panaderos de la provincia de Buenos Aires se volvió complicada. Martin Pinto, que lidera el Centro de Panaderos de Merlo, informó que los molinos han decidido interrumpir las entregas de harina. A partir de este viernes, no habrá más pedidos hasta después de las elecciones legislativas nacionales.
Las razones detrás de esta decisión son claras. Pinto comentó que las empresas molineras están evaluando cómo se pueden mover los mercados dependiendo de los resultados electorales. Es un contexto incierto, y esta situación solo suma presión a un sector que ya está pasando por momentos difíciles.
“Desde hoy, nos avisaron que quedan suspendidas las ventas hasta la semana que viene”, dijo Pinto. Y añadió que aún persiste un control sobre el acceso a los alimentos, dependiendo de los resultados de los comicios. Esto evidencia una problemática que va más allá de la simple venta de pan.
La crisis en la industria panadera
La industria panadera en Buenos Aires atraviesa una crisis profunda desde la llegada del nuevo gobierno. La situación es alarmante: han cerrado alrededor de 14,000 panaderías en todo el país en solo 18 meses. Esto es el resultado de una baja histórica en el consumo, acompañada de constantes aumentos en los precios de materias primas como la harina y la levadura.
Pinto recalcó que, en este último año y medio, el consumo de pan ha caído un 50%. “Producir en Argentina cada vez cuesta más. Utilizo solo la mitad de mis máquinas”, confesó. La realidad en las panaderías es desesperante: ahora venden un 85% menos que antes. Ni siquiera las promociones, como la de vender la docena con descuento, están funcionando como antes.
Están produciendo únicamente por pedido y limitándose a dos o tres productos básicos. Las heladeras están apagadas porque lo que no se vende termina en la basura. Esto no solo afecta a los panaderos, sino también a la comunidad que, de alguna manera, siente el impacto de esta crisis.
Los aumentos de precios siguen golpeando al sector. Se estima que los costos de insumos, desde harina hasta azúcar, han subido a un ritmo mucho más rápido que el índice de inflación. A veces, se implementan incrementos semanales que no siempre reflejan lo que sucede en el mercado. Todo esto complicará aún más la situación, especialmente si los resultados electorales no son favorables para el gobierno.
Es un momento desafiante para la industria, y muchos solo pueden esperar que las cosas mejoren pronto.