Milei Camina por la Cornisa Financiera, al Borde del Abismo
Desde el Salón Blanco, el presidente Javier Milei se dirigió a un público invisible, intentando convencer de que la inestabilidad económica que enfrenta Argentina es en realidad un camino seguro. Junto a su equipo, que incluye a Caputo, Bausili, Quirno y Daza, la escena evocaba a personajes de la película Wall Street, donde el mensaje implícito era claro: la situación económica del país es crítica.
La narrativa del presidente busca transmitir orden y previsibilidad. Sin embargo, los datos macroeconómicos revelan una historia diferente. Como advierte Sautu (2005), es esencial mirar más allá de las narrativas oficiales. El desajuste entre el discurso y la realidad es evidente y preocupante.

La Cornisa Económica: Discurso vs. Realidad
Milei afirmó que el cepo cambiario había desaparecido y que los salarios superaban a la inflación. No obstante, la realidad indica que el cepo se ha flexibilizado sin resultados positivos, y el dólar sigue contenido artificialmente para favorecer a fondos de inversión extranjeros. Este enfoque genera un orden monetario más retórico que real; la base monetaria ha crecido un 31.5% entre marzo y julio de 2025, en comparación con el 19% del mismo periodo en 2023.
El gobierno actual emite más dinero que su predecesor y, al mismo tiempo, utiliza tasas de interés muy altas para absorber pesos, lo que encarece el financiamiento público y compromete la sostenibilidad de la deuda.
El Equipo Económico: Influencias de Wall Street
El equipo económico de Milei, compuesto por figuras como Luis Caputo y Santiago Bausili, proviene de la banca de inversión y el trading de deuda. Al igual que en el gobierno de Mauricio Macri, han implementado estrategias de colocaciones a tasas elevadas, confundiendo liquidez con solvencia. En los últimos meses, se han dejado de renovar alrededor de 11,000 millones de dólares, recurriendo a encajes y rendimientos altos para evitar una crisis cambiaria, lo que a su vez ha secado el crédito y profundizado la recesión.
Ilusiones de Orden Monetario
El discurso oficial sostiene que la inflación está en descenso y que las reservas son blindadas. Sin embargo, el riesgo país sigue en niveles que limitan el acceso a financiamiento externo, y el déficit de cuenta corriente ha aumentado significativamente en solo 100 días. Las reservas netas son menos del 6% del PBI, muy lejos del 20-28% típico en economías con dos monedas.
En este contexto, el orden monetario se convierte en una ilusión, ya que el Banco Central emite dinero para pagar intereses y luego intenta absorberlo con tasas cada vez más altas, sin lograr una estabilidad duradera.
De la Recesión a la Pérdida de Consensos
Los indicadores económicos muestran una desaceleración notable. La actividad económica, medida por el EMAE, es inferior a la del último año de Alberto Fernández, y la recaudación de IVA ha caído un 7.3% interanual. El crédito al consumo ha disminuido drásticamente, y la morosidad ha aumentado considerablemente desde diciembre de 2024.
Según Acemoglu, Johnson y Robinson (2012), las naciones que prosperan son aquellas con instituciones inclusivas. En Argentina, la concentración de decisiones en un grupo reducido y la hostilidad hacia el Congreso socavan el marco institucional necesario para un crecimiento sostenible.
Argentina: Laboratorio del Riesgo Capunegger
El riesgo Capunegger refleja un escenario donde la política monetaria y fiscal se ven atrapadas por flujos especulativos a corto plazo. Esto impide la atracción de inversiones extranjeras genuinas y deja a la economía atrapada en un ciclo de dependencia de capitales volátiles.
Horizonte de Crisis
Argentina necesita alrededor de 9,300 millones de dólares para afrontar vencimientos de deuda y compromisos con organismos internacionales antes de enero de 2026. Sin acceso a financiamiento externo, el país se enfrenta a la posibilidad de una crisis cambiaria.
El verdadero riesgo radica no solo en la magnitud de los pagos, sino en la inconsistencia del programa económico. Se requieren superávits primarios significativos para estabilizar la economía, mientras que las proyecciones del FMI son considerablemente más bajas.
Desenlace Potencial
El gobierno de Milei transita por una cornisa económica cada vez más estrecha, proclamando que avanza de forma segura, mientras que los mercados reaccionan a la creciente inestabilidad. La estrategia actual, basada en manuales financieros importados, ignora las condiciones estructurales del país y repite fracasos pasados.
Argentina enfrenta un dilema clásico: seguir apostando por una bicicleta financiera con tasas crecientes o reconstruir un camino hacia un crecimiento genuino y estable. Como advierte Sautu (2005), la interpretación errónea de la realidad no la modifica, solo la vuelve más peligrosa. En esta cornisa, el vacío no negocia.
Director de Fundación Esperanza. Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros.