En un contexto político donde la comunicación efectiva es crucial, Máximo Kirchner ha comenzado a expresarse en diversos medios de comunicación, un cambio significativo en su estrategia. Históricamente, dejar que otros definan tu imagen puede resultar perjudicial, especialmente en la política. Esta realidad ha afectado a figuras públicas como Máximo Kirchner, quien ha visto cómo las críticas han proliferado sin un canal adecuado para contrarrestar la narrativa negativa.
En la política moderna, es esencial controlar tu propia narrativa. Aunque no se puede controlar lo que otros dicen, sí se puede elegir cómo responder. En el pasado, la comunicación era más complicada, ya que los medios tradicionales eran los principales vehículos para transmitir mensajes. Sin embargo, con la llegada de las redes sociales, surge una nueva oportunidad para interactuar directamente con el público. El kirchnerismo ha demostrado su capacidad para implementar estrategias como el lema Clarín Miente, lo que plantea la pregunta: ¿por qué no aprovechar las plataformas digitales para comunicar de manera más directa y efectiva?
La importancia de las redes sociales
A partir de esta semana, Máximo Kirchner ha intensificado su presencia mediática, reconociendo la necesidad de llenar los vacíos informativos que le han dejado vulnerable a las críticas. Sin embargo, es crucial que no se limite a entrevistas tradicionales; debe también utilizar redes sociales como Twitter, Instagram y TikTok para gestionar su narrativa de manera más eficiente. Su evolución en el discurso público, reflejada en un tono más mesurado y argumentos más sólidos, es un primer paso hacia la construcción de una imagen más robusta.
No obstante, la comunicación política en Argentina es un campo complicado. Los algoritmos de las redes sociales tienden a favorecer mensajes polarizantes y emocionales, lo que puede complicar la tarea de quienes intentan ofrecer una perspectiva más moderada. Como observó la periodista Carmela Ríos en un estudio reciente, las plataformas como TikTok a menudo promueven contenidos radicales, incluso en cuentas que no se centran en política. Esta realidad presenta un desafío considerable para cualquier político que no desee alinearse con la extrema derecha: la polarización en redes es implacable.
Adaptación al contexto digital
En el entorno digital actual, no es suficiente con transmitir un mensaje claro; es fundamental adaptarlo al contexto de las plataformas. Los expertos en alfabetización digital destacan que el principal reto para los políticos es aprovechar la inmediatez de las redes y responder con agilidad y autenticidad. La ventana de tiempo para definir una estrategia de comunicación es mucho más corta hoy en día, y quienes no logren adaptarse corren el riesgo de quedar rezagados, incluso si cuentan con la credibilidad política necesaria.
Por lo tanto, Máximo Kirchner y otros actores de la centro-izquierda deben adoptar un enfoque más integral en su comunicación digital. No se trata solo de mejorar el tono en entrevistas, sino también de crear contenido que sea emocionalmente resonante, interactivo y que esté alineado con las plataformas digitales actuales. Esto implica el uso de videos cortos, memes y historias humanas que no solo comuniquen propuestas, sino que también conecten con las inquietudes y aspiraciones reales de la ciudadanía.
Una estrategia a largo plazo
La gestión de la propia historia en el ámbito digital no es simplemente una cuestión de imagen; es una estrategia política a largo plazo. Las plataformas actuales ofrecen un espacio propicio para redefinir narrativas y combatir la desinformación, pero requieren que los políticos asuman un papel proactivo y moderno. Si no se toman las riendas de la narrativa digital, otros lo harán, y el costo de este vacío puede ser mucho más alto de lo que parece.
La habilidad para conectar con los votantes a través de una comunicación auténtica y directa será clave en el futuro político de Máximo Kirchner. Estar a la vanguardia de la comunicación digital no solo es beneficioso, sino esencial para la construcción de un liderazgo efectivo.
