Más de la mitad de las inversiones de capital de riesgo
La Inteligencia Artificial (IA) ha pasado de ser apenas una herramienta para el manejo de datos financieros a convertirse en el eje central de las inversiones a nivel mundial. Este fenómeno no parece tener vuelta atrás, y se están marcando diferencias claras entre quienes apuestan por esta tecnología y quienes prefieren opciones más tradicionales.
En lo que va de 2025, las empresas emergentes del sector han recibido unos 192.700 millones de dólares en inversiones. Esto representa más de la mitad del total de capital de riesgo invertido en el año. Para ponerlo en perspectiva, la inversión global en capitales de riesgo alcanzó los 366.800 millones de dólares en estos primeros nueve meses, con un 53,2% de esta cifra destinada a empresas ligadas a la IA. En EE. UU., la cifra asciende al 62,7%.
Uno de los aspectos más interesantes de esta revolución es que las dos principales empresas emergentes en IA son fruto de las mentes de gigantes del sector. Anthropic, fundada por exmiembros de OpenAI, se concentra en el desarrollo de sistemas de información y modelos de lenguaje. Por otro lado, xAI, la startup lanzada por Elon Musk, está apuntando a explorar nuevas fronteras en IA, como demuestra su participación en el desarrollo del generador Grok. Recientemente, Musk sorprendió al despedir a 500 empleados, optando por un equipo de estudiantes liderados por un ingeniero de solo 20 años, Diego Pasini.
Desde la masificación de ChatGPT en 2022, el mercado financiero ha comenzado a experimentar cambios significativos. Inversores de distintos perfiles comenzaron a destinar grandes sumas a sistemas similares, y la demanda de herramientas automatizadas ha crecido exponencialmente.
Hoy en día, quienes ahorran e invierten a largo plazo pueden usar IA para rebalancear sus carteras de manera más eficiente. “Podés programar un agente que te ayude con esto en segundos, siempre que tengas un conocimiento básico”, explica Mariano Pantanetti, asesor financiero y autor del libro “Inteligencia artificial aplicada a las finanzas”. Con un prompt adecuado, plataformas como ChatGPT o Gemini pueden facilitar esta tarea de forma sorprendentemente simple.
La irrupción de la IA también ha transformado las expectativas de crecimiento en el sector tecnológico y los posibles retornos de inversión. Existen hoy fondos cotizados en bolsa (ETFs) que invierten en empresas dedicadas a la IA, como Microsoft y Alphabet. “Invirtís en activos que pueden crecer con el avance del mercado de inteligencia artificial”, añade Pantanetti. Algunos fondos incluso utilizan inteligencia artificial para automatizar el rebalanceo de carteras, sacando provecho de la capacidad de análisis y procesamiento que la tecnología puede ofrecer.