La historia de Manu Ginóbili está llena de momentos memorables, pero uno de los más curiosos ocurrió el 31 de octubre de 2009, durante un partido de la NBA entre los San Antonio Spurs y los Sacramento Kings. En una noche de Halloween, un murciélago hizo su inesperada aparición en el AT&T Center, provocando sorpresa y desconcierto entre jugadores y espectadores.
En lugar de huir del animal, Ginóbili reaccionó de manera audaz. Con un movimiento ágil, logró golpear al murciélago, haciéndolo caer al suelo. Luego, recogió al animal y lo entregó al personal del estadio, asegurando que el partido pudiera continuar sin interrupciones. Este gesto no solo sorprendió a los presentes, sino que se convirtió en un momento icónico en la historia de la liga.
La Reacción de Manu y su Humildad
Tras el incidente, Ginóbili reflexionó sobre lo ocurrido. Reconoció que su acción no fue la más prudente, especialmente considerando que los murciélagos pueden ser portadores de rabia. A pesar de la locura del momento, el jugador expresó con humildad que no era una buena idea acercarse a esos animales.
Después del suceso, recibió múltiples vacunas antirrábicas como medida de precaución y aconsejó a sus seguidores: No agarren murciélagos; no los aplasten ni los acerquen, porque algunos pueden transmitir enfermedades. Con el tiempo, Ginóbili ha comentado sobre la experiencia con humor, asegurando que no desea repetirla, pero agradeciendo el apoyo de sus fanáticos.
Este episodio no solo resalta la personalidad intrépida de Manu, sino que también refleja su compromiso con el juego, mostrando que para él, lo más importante en ese momento era mantener la acción en la cancha.
