Durante la represión a la marcha de los jubilados, se reportó la detención de dos menores de 12 y 14 años. Mariela Gómez, madre del chico mayor, declaró que los menores fueron maltratados por la policía y respondió a la ministra Patricia Bullrich, quien los calificó de terroristas, afirmando: Son nenes, les podría haber pasado cualquier cosa.
Según el relato de Gómez, su hijo y su amigo no estaban enterados de nada porque salían del colegio en el centro de Buenos Aires. Al salir de la institución educativa alrededor de las 17 horas, se dirigieron a la parada de colectivo en la Avenida Corrientes, pero al no llegar, decidieron caminar y se encontraron con la represión.
Detalles de la detención
Gómez describió cómo, al llegar al lugar, se encontraron con corridas y tiros con balas de goma. Asustados, comenzaron a correr, y uno de los chicos dejó caer un mate. Un policía se abalanzó sobre ellos, los tiró al suelo y los ató con precintos, acusándolos de lanzar piedras hacia la Casa Rosada. Afortunadamente, dos mujeres que presenciaron la escena se acercaron y evitaron que los menores fueran llevados detenidos.
Las mujeres lograron comunicarse con la madre de los chicos, y fueron liberados después de dos horas de estar sentados en el suelo, atados y expuestos a la intemperie. Durante su detención, los policías no permitieron que el chico de 14 años contactara a su madre, a pesar de que tenía su celular en el bolsillo. Tampoco les dejaron abrigarse ni ir al baño, y todavía tienen marcas de los precintos.
Mariela expresó su impotencia al ver a su hijo etiquetado como terrorista y comentó: Tengo mucha bronca porque son nenes, les podría haber pasado cualquier cosa.
La respuesta judicial
La jueza Karina Andrade ordenó la liberación de 114 de los detenidos durante las manifestaciones en el Congreso. En su fallo, la magistrada indicó que la información sobre las detenciones se volvió imprecisa y dificultosa, lo que complicó su tarea judicial. A medida que se realizaban las detenciones, se dejaron de proporcionar detalles sobre los delitos específicos que justificaban las detenciones y los lugares de alojamiento.
La situación pone de manifiesto la creciente tensión entre la sociedad y las fuerzas de seguridad, así como la necesidad de abordar la protección de los derechos de los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables como los menores de edad. La madre de uno de los detenidos ha sido clara en su denuncia, destacando que la represión no solo afecta a los jubilados, sino también a niños inocentes que se encontraron en el lugar equivocado en el momento equivocado.
