Las pymes y trabajadores seguirán siendo castigados si…
Armando Farina, el vicepresidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), tuvo una presencia notoria en el Senado esta semana al expresar su preocupación por la nueva reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei. En sus declaraciones, enfatizó que “si no contempla aspectos que aborden las inquietudes de las pymes y no disminuye la presión sobre los trabajadores, seguirá fracasando”.
Farina hizo hincapié en que el proyecto actual no toca uno de los problemas más críticos del sistema laboral hoy en día: los costos adicionales que surgen en las paritarias. Estos costos impactan negativamente en los precios, en la generación de empleo y en la competitividad de las empresas. También señaló la falta de presencia del secretario de Trabajo, Julio Cordero, durante la audiencia, lo que consideró como una omisión significativa.
Costos ocultos y aportes obligatorios en el centro de la crítica
Desde CADAM han venido señalando que existen cargas laborales ocultas que la nueva reforma no solo no elimina, sino que parece ignorar. Un ejemplo claro es el aporte obligatorio al INACAP, que pesa sobre los empleadores y que consiste en destinar un 0,5% del salario de la categoría Maestranza A por cada trabajador. Farina destacó que estos fondos generalmente terminan en manos de las cámaras que participan de las negociaciones paritarias, lo que genera un desbalance.
Con cada aumento salarial, estos aportes no dejan de crecer. Esto provoca un ciclo de “autobeneficio” para quienes están a cargo de las negociaciones. Aunque el Gobierno lanzó el Decreto 149/2025, que prohíbe estas cargas a empleadores no asociados, existe una medida cautelar que permite que el INACAP siga cobrando, argumentando ser una entidad “independiente”. En el último año, el instituto reconoció haber recaudado más de $30 mil millones, lo que subraya la magnitud de este problema.
Los cambios que pide CADAM para el proyecto de Reforma Laboral
CADAM tiene una serie de propuestas que consideran fundamentales para mejorar el proyecto de reforma. En primer lugar, sugieren volver a un sistema de actualización que promedie tasas bancarias activas y pasivas. Esto, argumentan, permitiría alcanzar montos más razonables y previsibles.
Otra recomendación es eliminar las cuotas solidarias y aportes similares que surgen en los convenios laborales, ya que implican costos adicionales para las empresas. Farina advirtió que muchas de estas cargas se fijan en negociaciones donde numerosas empresas no están representadas y es complicado rastrear a dónde van los fondos.
Por otro lado, CADAM también propuso que los aportes o contribuciones patronales establecidos en convenios colectivos sean estrictamente voluntarios. Finalmente, sugirieron que el empleador no actúe como agente de retención de aportes sindicales. Si un trabajador decide afiliarse a un sindicato, debería gestionar su pago directamente, asegurando así mayor transparencia.
Con estas medidas, Farina y CADAM buscan una reforma más justa y equilibrada que beneficie tanto a las pymes como a los trabajadores.