Las profesiones más amenazadas según un estudio de OpenAI

Entre los modelos analizados, el Claude Opus 4.1 de Anthropic se destacó al superar a profesionales humanos en el 47,6% de los casos evaluados. Por su parte, el GPT5-high de OpenAI logró un 38,8% de tasa de éxito. Estos números muestran que la brecha entre la inteligencia artificial y la capacidad humana se está reduciendo a un ritmo sorprendente, mucho más rápido de lo que se proyectaba hace apenas dos años.

Para entender cómo se llegó a estas conclusiones, hay que ver los ejemplos prácticos usados en la evaluación. Enfermeras tuvieron que analizar imágenes de lesiones y escribir informes de consulta, mientras que ingenieros de manufactura se enfocaron en diseñar modelos 3D de componentes industriales. En ambos casos, los sistemas de IA no solo igualaron, sino que incluso superaron el desempeño humano.

Los sectores más afectados por la automatización inteligente

Un análisis sectorial indica que el impacto de la automatización no será igual en todas partes. Por ejemplo, el comercio minorista es el más vulnerable, con chatbots y asistentes virtuales que superan a los humanos en un 56% de las tareas. Este sector, que da trabajo a millones en todo el mundo, está atravesando una transformación radical en la atención al cliente, gestión de inventarios y procesos de venta.

Siguiendo en la lista, el comercio mayorista presenta un 53% de vulnerabilidad, y los empleos en el sector público llegan al 52%. Lo curioso es que en este último grupo están profesiones como oficiales de cumplimiento normativo y trabajadores sociales, que antes parecían inmunes a la automatización por el perfil humano que requieren.

En contraste, el sector de la información —que incluye directores, productores audiovisuales y periodistas— se muestra más resistente. Aquí, los modelos de IA solo superan a los humanos en un 39% de los casos, lo que sugiere que las actividades creativas y editoriales todavía ofrecen una barrera más sólida frente a la automatización.

Esta disparidad en sectores tiene un impacto directo en las políticas laborales y la reconversión profesional. Algunos lugares podrán adaptarse más lentamente, mientras que otros enfrentarán cambios rápidos que necesitan respuestas urgentes en capacitación y nuevas oportunidades.

El ranking de profesiones en riesgo

El estudio de OpenAI generó un listado que ordena 44 profesiones según cómo la IA se desempeña frente a los humanos. Los empleados de mostrador y alquiler lideran el ranking, con un sorprendente 81% de tareas donde la inteligencia artificial es más efectiva.

Los gerentes de ventas los siguen con un 79%, mientras que los empleados de envíos, recepción e inventario alcanzan un 76%. Ya los editores, que se basan en el juicio crítico y el lenguaje, solo se encuentran un poco atrás, con un 75%. Este dato desafía la idea de que ciertas tareas son exclusivamente humanas.

Un dato que llama la atención son los desarrolladores de software, que presentan un 70% de vulnerabilidad. Tradicionalmente protegidos por su carácter técnico y creativo, ahora encuentran que las mismas tecnologias que ayudaron a crear pueden reemplazarlos. Otras profesiones como detectives e investigadores también enfrentan un 70% de riesgo, mostrando que incluso el razonamiento puede ser replicable mediante algoritmos.

También se observó que los asesores financieros personales, enfermeros especialistas, corredores de bienes raíces y analistas de noticias tienen tasas de reemplazo superiores al 50%. Este amplio espectro de profesiones afectadas evidencia la magnitud del fenómeno.

Profesiones que resisten y factores protectores

A pesar de lo anterior, hay ocupaciones que todavía mantienen cierta ventaja frente a la IA. Por ejemplo, los ingenieros industriales tienen un 17% de vulnerabilidad, el porcentaje más bajo del estudio, junto con los editores de video. Estas profesiones requieren habilidades diversas, criterio técnico y toma de decisiones en situaciones complejas.

También, los gerentes financieros, enfermeros titulados y especialistas en gestión de proyectos muestran más resistencia. Aquí, la combinación de habilidades técnicas y el manejo de equipos humanos actúan como factores de protección.

OpenAI menciona que estos números no deben interpretarse como un anuncio de desempleo masivo. La meta del estudio es entender el potencial de la IA como herramienta de apoyo, más que como un reemplazo definitivo. Se busca una colaboración entre humanos y máquinas que mejore la productividad y la calidad del trabajo.

No obstante, la realidad de los números sugiere que, cuando la IA supera al 81% de los trabajadores humanos en tareas específicas, la línea entre “herramienta de apoyo” y “reemplazo” se vuelve difusa, abriendo un debate sobre las implicaciones reales de estos avances.

Implicancias para Argentina y el mercado laboral latinoamericano

Aunque este estudio se enfoca en el mercado estadounidense, sus conclusiones repercuten en Argentina y América Latina. Sectores como el comercio minorista y mayorista, que son muy vulnerables, representan una parte importante del empleo en la región. La automatización podría agregar más desafíos estructurales en mercados laborales que ya enfrentan grandes niveles de informalidad y subempleo.

Para los profesionales argentinos, el mensaje es claro: la especialización técnica por sí sola no garantiza la seguridad laboral en la era de la IA. Las habilidades blandas, la adaptación, el pensamiento crítico y la creatividad se perfilan como competencias que las máquinas aún no pueden igualar.

El sector financiero, cada vez más digitalizado, debe prestar atención a estos hallazgos. Asesores financieros, analistas de inversiones y otros profesionales con tasas de reemplazo superiores al 40% necesitarán repensar sus propuestas de valor en un entorno donde los algoritmos pueden generar diagnósticos e informes más rápido que cualquier persona.

El desafío de la reconversión profesional

La rapidez del cambio tecnológico representa un desafío único para la educación y las políticas laborales. Cuando un 81% de las tareas de una profesión pueden ser realizadas por IA, la pregunta no es si habrá impacto, sino cuándo y cómo se manejará esa transición.

Los programas de reconversión laboral deben anticiparse a estas tendencias, ofreciendo capacitación en habilidades que aporten valor en un contexto colaborativo con la IA. Esto abarca desde la supervisión de sistemas automáticos hasta la interpretación de resultados algorítmicos.

Para las empresas, el desafío es igual de complejo. Aprovechar la eficiencia de la IA sin perder la creatividad y la empatía que los humanos aportan es fundamental. La estrategia óptima probablemente no sea reemplazar personas por máquinas, sino redefinir roles, donde cada uno utilice sus fortalezas.

El informe de OpenAI no cierra el debate sobre el futuro del trabajo frente a la inteligencia artificial; más bien, lo inicia, abriendo la puerta a una necesidad urgente de adaptación y planificaciones estratégicas que manejen una transformación que ya está en marcha.

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