La UE insiste en el acuerdo con el Mercosur pese a Francia e Italia
Las conversaciones sobre el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur están en un momento crucial. Todo indicaba que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estaría viajando a Brasil a finales de esta semana para firmar el esperadísimo acuerdo. Pero, ¡ojo! Las negociaciones pueden tropezar nuevamente. ¿La razón? Una presión intensa de algunos legisladores europeos, especialmente de Italia y Francia, que quieren frenar el avance del entendimiento. Están pidiendo controles más estrictos sobre las importaciones agrícolas.
A pesar de estos obstáculos, Bruselas no se da por vencida y busca persuadir a los escépticos para que firmen lo que podría ser el mayor acuerdo comercial en la historia de la UE. Sin embargo, aún persiste el riesgo de que una minoría de miembros de la UE bloquee el acuerdo. Francia e Italia están intentando retrasar la votación y Polonia ya ha expresado su rechazo absoluto a estas negociaciones.
Por otro lado, países como Alemania, España y algunos del norte de Europa apoyan el acuerdo. Creen que beneficiará las exportaciones afectadas por aranceles estadounidenses y disminuirá la dependencia de China al facilitar el acceso a minerales. Sin embargo, los críticos, apodando el acuerdo “autos por vacas”, alertan que productos básicos baratos podrían inundar el mercado europeo, incluyendo carne vacuna, amenazando así a los ganaderos locales.
Los principales detractores del acuerdo comercial y sus motivaciones
La presión se ha hecho especialmente fuerte desde Italia. La presidenta de la Comisión y el canciller alemán, Friedrich Merz, se reunieron con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Es un momento decisivo: el presidente de la Comisión de Comercio del Parlamento Europeo, Bernd Lange, afirmó que si Italia no se suma al acuerdo, tendría graves consecuencias. “Espero que hoy veamos las cosas un poco más claras”, declaró.
Por su parte, el ministro de Agricultura polaco, Stefan Krajewski, ha instado a Italia y a otros países a formar una coalición de bloqueo. Para hacerlo, al menos cuatro naciones de la UE deben oponerse, representando un 35% de la población. Diplomáticos señalan que Hungría también podría sumarse a esta resistencia.
Krajewski explica que tienen “los números, los argumentos y la razón moral”. Además, alentó a los países a no sucumbir al “chantaje de la industria automotriz”.
Mientras la UE continúa debatiendo el acuerdo, el Mercosur advierte que es “ahora o nunca”
En medio de este tira y afloja, las autoridades de América Latina, particularmente del Mercosur, están cada vez más impacientes. Este acuerdo ha estado en negociación durante 25 años y tendría un impacto significativo para países como Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Un funcionario de Brasil dejó claro que este es el momento. “La firma es ahora o nunca”, afirma, advirtiendo que mientras se discuten estas cuestiones, se están perdiendo oportunidades con otros países como Japón, India o Canadá. “Si la ventana se cierra ahora, no se volverá a abrir tan pronto”, agregó un diplomático brasileño. “El Mercosur también tiene otros socios y obligaciones”, concluyó.