La señora tiene información errónea
La secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, causó revuelo con sus declaraciones sobre la carne vacuna argentina. Dijo que el país norteamericano compraría solo una pequeña cantidad de carne de Argentina debido a “un problema de fiebre aftosa”. Esta afirmación no pasó desapercibida y desató una serie de reacciones aquí.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, salió al cruce y desmintió firmemente la mencionada problemática. “La señora está mal informada”, soltó sin rodeos. Su respuesta fue clara, y no escatimó en detalles para explicar que Argentina no presenta brotes de fiebre aftosa desde hace más de 24 años. Además, destacó que hay una campaña activa de prevención y vacunación que es reconocida a nivel internacional.
Pino también comentó, con un toque de ironía, que “no sabemos si es una burra mal informada, pero si uno quiere ignorar el estatus sanitario que tenemos, eso puede llegar a confundir un poco”. Para aclarar bien las cosas, explicó que en el sur del Río Colorado se encuentra una zona libre de fiebre aftosa sin vacunación, y al norte, otra que sí vacunan. Se nota que el líder agropecuario siente orgullo por el estatus sanitario del país.
En su mensaje, enfatizó que desde hace más de 20 o 30 años no tenemos problemas con esa enfermedad que afecta tanto a la ganadería. Según él, esto es resultado del trabajo consciente y bien realizado por parte de los productores argentinos.
Pino sugirió que las declaraciones de Rollins podrían deberse a un malentendido. “A veces la gente dice cosas y no chequea”, comentó, aunque reconoció que la intención detrás de sus palabras era positiva: “Quieren comprar más carne argentina, y eso es una gran noticia”.
Al finalizar, dejó caer una frase irónica: “Hay que llamar a la señora y darle tranquilidad, no más”. Un cierre que refleja la confianza que, por lo menos desde el sector agropecuario, se tiene en la calidad de nuestra carne.
Las aclaraciones de Brooke Rollins sobre la carne argentina
Las afirmaciones de Pino llegaron después de que Rollins, posterior a un anuncio de Donald Trump sobre la posibilidad de importar carne argentina, señalara que cualquier apertura deberá “garantizar la seguridad sanitaria del rodeo estadounidense”. Afirmó que Argentina enfrenta un problema de fiebre aftosa y que en el Departamento de Agricultura deben cuidar la industria ganadera local.
La funcionaria también mencionó otros desafíos, como el gusano barrenador del ganado proveniente de México, que llevan a mantener estrictos controles de importación. “Vamos a asegurarnos de que nuestra industria ganadera esté protegida, este es un mercado muy matizado y complejo”, añadió.
Por último, Rollins dejó entrever que “es poco lo que compraremos” de esa potencial importación de hasta doce millones de toneladas métricas. Las declaraciones claramente han generado un intercambio de opiniones que refleja el interés por parte de ambos países en mantener un comercio saludable y efectivo en el sector ganadero.