La reforma laboral es clave, pero se debe proteger la industria

Los empresarios de la cadena de valor siderúrgica están mirando con atención la reciente presentación de la reforma laboral del Gobierno. La noticia generó expectativas, aunque todavía hay dudas sobre su efectividad para mejorar las condiciones de competitividad en el sector.

En este contexto, el presidente del Grupo Techint, Paolo Rocca, compartió sus reflexiones durante el cierre del Seminario ProPymex, un encuentro que la empresa organiza anualmente con sus proveedores en el Centro de Convenciones de la Ciudad de Buenos Aires. Rocca tuvo un intercambio de ideas con la senadora Patricia Bullrich.

“Es fundamental promover la competitividad de este sector”, reclamó Rocca, en lo que parece ser una respuesta a un comentario del secretario de Coordinación Productiva, Pablo Lavigne, quien había afirmado que “la mejor política industrial es no tenerla”.

Rocca también subrayó que “como grupo ayudamos” al proceso económico argentino y puso sobre la mesa los números de inversión de Techint: “El año pasado invertimos 1.400 millones de dólares, este año estamos invirtiendo 1.700 millones y el próximo tenemos programadas inversiones por 2.400 millones. Una parte muy importante de esto es el desarrollo de energía.”

En su intervención, el empresario enfatizó que “esta inversión ayuda a nuestra cadena, pero la competitividad depende de reformas esenciales y la reforma laboral está en el corazón de ello.” Además, añadió la necesidad de una reforma tributaria que fomente la inversión y una apertura inteligente, que permita a las empresas adaptarse a las condiciones del mercado.

Por otro lado, Rocca criticó la “política depredatoria” de China con respecto a sus exportaciones de acero, que se basa en la sobreproducción. Afirmó: “El año pasado dije que teníamos que nivelar la cancha, y este año digo que necesitamos proteger nuestra estructura industrial.”

La posición del oficialismo

Por su parte, Bullrich reconoció que la situación de las empresas y los comercios es complicada. “Sabemos que está difícil, pero tuvimos que tomar decisiones que llevaron a esto. Además, el año pasado se complicó por algunas decisiones del Congreso que afectaron el superávit fiscal”, explicó.

La senadora destacó que “ahora que hay estabilidad, es momento de que se sienta en la economía real, en las empresas y las familias.” En cuanto a la reforma laboral, Bullrich mencionó que es “pro trabajador y pro empresa”, y se centró en la necesidad de reducir la “industria del juicio” para disminuir los litigios laborales.

Las preocupaciones empresarias

Los empresarios manifiestan que la litigiosidad en riesgos del trabajo es uno de sus mayores dolores de cabeza. Un exdirectivo de la UIA comentó que “si me dieran a elegir entre una reforma laboral y terminar con los juicios, yo elegiría lo segundo.”

Santiago Bulat, un economista que participó en uno de los paneles, señaló que aunque la propuesta del Gobierno tiene limitaciones, “no hay que esperar la gran reforma, sino pensar en reformas continuas.” Adicionalmente, afirmó que la conflictividad judicial es uno de los problemas más serios para las pymes, a pesar de que se reducen los accidentes y enfermedades laborales.

Los empresarios aprovecharon la ocasión para hacer preguntas. Lucas Salvatore, de la pyme Idero, dedicada a la construcción industrializada, expresó: “Decir que no nos gusta competir es una falacia; eso está en nuestro ADN. Claro que no podemos competir contra un Estado, y la industria china es el Estado chino.” Recalcó la importancia de las reformas laboral y tributaria.

Pablo Pecini, director de Antares, mencionó que no se ve un impacto inmediato del proyecto de reforma laboral presentado y se mostró escéptico sobre su influencia en la competitividad: “Hoy es más importante la conflictividad judicial.”

Christian Cerne, de Proshale, hizo hincapié en la necesidad de una charla con la sociedad y el Gobierno sobre la reforma laboral. “El costo laboral en Argentina es altísimo, y la ley nos da poca elasticidad a las compañías,” agregó.

Finalmente, Ignacio Tanzi, presidente de Tanzi, comentó que el Gobierno parece estar reconociendo que hay factores más allá de su control que afectan la competitividad. “Las autoridades se están poniendo manos a la obra en el tema.”

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