La nueva serie de Lucía Puenzo explora el Opus Dei
Lucía Puenzo, tras el éxito de “Nadie nos vio partir”, se embarca en un nuevo proyecto que promete dar mucho de qué hablar: la serie “La escuela de mucamas: las criadas del Opus Dei”. Esta serie se inspira en un libro de Paula Bistagnino y cuenta con la producción de Zeppelin Studio y Zorra Media, todo con ese toque tan argentino.
La idea detrás de la serie surge de la profunda investigación que Bistagnino realizó durante más de diez años. Su trabajo ha revelado las duras realidades de mujeres que, bajo el lema de servir a Dios, quedaron atrapadas en un sistema de servidumbre dentro de esta organización religiosa. ¡Nada fácil! Paula, que ha sido reconocida con el premio a la Mejor Investigación Periodística en 2024 y 2025, está por finalizar un libro que detalla estas experiencias.
El guion de la serie estará a cargo de Puenzo, junto a Tatiana Mereñuk y Luciana Porchietto. El libro “Te serviré. Fe, Poder y Disciplina” investiga cómo una familia se vio envuelta en una de las facciones más controvertidas de la historia reciente de la Iglesia Católica. Es un relato que va más allá de la fe; revela cómo personas, atraídas por la promesa de una santidad en la vida cotidiana, terminaron perdiendo su libertad y voluntad.
Puenzo es conocida por su estilo único, donde los personajes siempre luchan por encontrar su lugar en el mundo y a menudo enfrentan circunstancias extremas. Ya lo vimos en “XXY”, que aborda la intersexualidad, y en “Wakolda”, que nos presenta la historia de una familia marcada por el pasado nazi, entre otros.
Paula Bistagnino define al Opus Dei como algo muy particular dentro de la Iglesia Católica. Ella lo describe como una mezcla entre “secta, partido político y multinacional”. Según su perspectiva, esta institución busca infiltrarse en todos los aspectos de la vida civil, no solo en la Iglesia. La ambición está clara: quieren recuperar el poder que consideran perdido.
El recorrido del Opus Dei en América del Sur comenzó bien atrás, en los años 50, durante la dictadura de Franco. Allí, una familia uruguaya en Chile fue clave para su expansión. Los Gianoli Gainza, una familia adinerada del rubro minero, se convirtieron en piezas fundamentales de “la Obra”. La menor de sus hijas, que se unió como numeraria, vivió bajo estrictos compromisos de castidad y obediencia por más de sesenta años, y hasta su muerte en 2021, fue una figura influyente en la rama femenina de la organización en Argentina.
En cuanto al cine argentino, Puenzo siente que estamos en un momento crítico. “Es una parálisis absoluta como no hay recuerdos”, afirma. Su padre, Luis Puenzo, ganó un Oscar con “La historia oficial”, y ella ha crecido en un ambiente donde el cine era un símbolo de la cultura argentina. Hoy, siente que la situación es desalentadora.
La cineasta explica que, a pesar de todas las quejas, a menudo no se reconoce la gravedad del problema. “Al principio, éramos tildados de exagerados, pero no se puede discutir más: está afectando a todos los sectores”, destaca. Ella contempla un panorama donde los comités que aprueban proyectos están funcionando lentamente y el proceso se ha hecho mucho más largo, lo que frena la creatividad.
Por último, menciona que la confusión sobre los fondos destinados al cine puede resultar dañina. “El dinero que se usa para hacer cine no viene del presupuesto nacional, sino de un porcentaje de las entradas. No se trata de quitar fondos a la educación o la salud”, aclara. Es una manera de mostrar que no hay que confundir la producción cinematográfica con la financiación de servicios esenciales.
Así, mientras Puenzo se adentra en este nuevo proyecto, se refleja la lucha continua en el cine argentino por hacer oír su voz en tiempos complicados.