La mujer del video viral de Coldplay habla sobre su experiencia

Kristin Cabot se encontró en el ojo del huracán tras un episodio que se volvió viral durante un recital de Coldplay. En las imágenes, la mujer de 53 años aparece en los brazos de su entonces jefe, Andy Byron, quien era el CEO de Astronomer. Después de que el video se difundiera por todo TikTok y otras redes sociales, Kristin decidió romper el silencio. Durante una entrevista, confesó sentirse “avergonzada y horrorizada” por la situación. Aclaró que todo había sido un desliz, un momento en el que se dejaron llevar.

Días después del evento, tanto Kristin como Andy perdieron sus trabajos. En agosto, Kristin presentó una demanda de divorcio a su esposo, Andrew Cabot, lo que añade una capa extra a esta historia ya complicada.

Poco después, Kristin habló con The New York Times y comentó: “Tomé una mala decisión. Bebí un par de tragos, bailé y actué de manera inapropiada con mi jefe”. Ella acepta que pagó un alto precio por ello: “Renuncié a mi carrera y asumí la responsabilidad. Ese fue el costo que elegí”.

Sobre su situación personal, mencionó que estaba atravesando problemas de pareja. El día del recital, se enteró que su esposo también asistiría, lo que la desconcertó.

Atrapados por la “kisscam” de Coldplay: el momento que los sorprendió

El bochornoso momento ocurrió cuando la cámara del estadio los enfocó. Kristin se cubrió el rostro y trató de alejarse rápidamente. Andy, en su intento de evitar el foco, se movió para salir de la cámara. Desde el escenario, el vocalista de Coldplay, Chris Martin, bromeó: “¿Qué pasa con estos dos? O están teniendo una aventura o son muy tímidos”.

Kristin se sintió completamente expuesta. “Era la jefa de Recursos Humanos y él el director ejecutivo. Es el cliché perfecto, y lo peor que podría pasar”, contó. La repercusión fue brutal: recibió amenazas de muerte, incluso algunas escuchadas por sus hijos. “Ellos tenían miedo de que me pasara algo.”

Al hablar con ellos sobre el escándalo, le explicó que se dejaron llevar por un instante y que ahora estaba circulando por las redes. Además, relató que varios amigos y colegas se distanciaron después del incidente, algo que describió como “peor que los insultos de desconocidos”. Esta situación es algo que enfrenta cada día, riendo quizás para ocultar el malestar.

Un episodio que, sin duda, les enseñó a los involucrados sobre los límites y las consecuencias de las decisiones impulsivas en un momento de diversión.

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